L D (Agencias) El alcalde de esta localidad guipuzcoana, Ignacio Lakunza (PNV), recordó a Efe que el fuego obligó este sábado a desalojar tres portales completos, cuyos ocupantes fueron realojados en dos hoteles de Arrasate y en otro de Escoriaza. En total fueron unas cincuenta las personas que se vieron obligadas a abandonar sus domicilios como consecuencia de este ataque de violencia callejera perpetrado poco después de la medianoche en la calle Jokin Zaitegi.
Lakunza precisó que el sábado pudieron volver a sus viviendas los vecinos que residen en los portales números 3 y 5, aunque los del número 4 deberán esperar quizás "varios días" para poder ocupar sus casas debido a que algunas instalaciones de gas, agua o electricidad están "seriamente dañadas" y deben ser sustituidas por otras nuevas. Indicó que estas personas, que rondan la veintena, sí han podido acceder a sus pisos para recoger pertenencias, ya que el desalojo fue muy rápido y no tuvieron tiempo para recoger enseres necesarios.
Explicó que ya se ha puesto en marcha un "protocolo de actuación", coordinado por la Policía Municipal y la Ertzaintza, con el fin de que los afectados puedan hacer frente a las reclamaciones. Lakunza dijo que desconoce la cuantía de los daños provocados por el sabotaje, aunque matizó que, en todo caso, dicha estimación correspondería hacerla a La Caixa, que es la mayor afectada, ya que su oficina resultó totalmente calcinada tanto en su planta baja como en la entreplanta.
Lakunza precisó que el sábado pudieron volver a sus viviendas los vecinos que residen en los portales números 3 y 5, aunque los del número 4 deberán esperar quizás "varios días" para poder ocupar sus casas debido a que algunas instalaciones de gas, agua o electricidad están "seriamente dañadas" y deben ser sustituidas por otras nuevas. Indicó que estas personas, que rondan la veintena, sí han podido acceder a sus pisos para recoger pertenencias, ya que el desalojo fue muy rápido y no tuvieron tiempo para recoger enseres necesarios.
Explicó que ya se ha puesto en marcha un "protocolo de actuación", coordinado por la Policía Municipal y la Ertzaintza, con el fin de que los afectados puedan hacer frente a las reclamaciones. Lakunza dijo que desconoce la cuantía de los daños provocados por el sabotaje, aunque matizó que, en todo caso, dicha estimación correspondería hacerla a La Caixa, que es la mayor afectada, ya que su oficina resultó totalmente calcinada tanto en su planta baja como en la entreplanta.