Juppé, al que Chirac en su día llamó "el mejor de nosotros" y que fue el cofundador y primer presidente de la Unión por un Movimiento Popular (UMP) en 2002, explicó porqué apoya la designación de Sarkozy como portaestandarte de esta formación en las elecciones presidenciales de abril-mayo próximo. Pasa Juppé, "la elección de un candidato es la elección de un proyecto. Es también la elección de una persona", escribe en su mensaje "porqué apoyo a Nicolas Sarkozy". Tras señalar que ha acabado "el tiempo del debate interno en nuestra familia política", Juppé indicó que tan sólo Chirac, por su cargo, no puede estar "atado" por los procedimientos del partido.
Si Chirac decidiera ser candidato a un tercer mandato, "se crearía una nueva situación, que cada cual tendría que analizar", agregó Juppé, antes de sentenciar que "por ahora, la UMP va a pronunciarse" y afirmar que ha decidido apoya a Sarkozy. Juppé se ha desmarcado, de este modo, del primer ministro y archirival de Sarkozy Dominique de Villepin, y del líder de la cámara de los diputados, Jean-Louis Debré. Ambos han dicho que se abstendrán en la votación de los militantes de la UMP sobre la designación de Sarkozy, con el argumento de que Chirac aún no ha desvelado sus intenciones.
Chirac, de 74 años y con casi 12 años en el Elíseo, ha dicho que durante el primer trimestre revelará sus planes para las Presidenciales, en las que, según un reciente sondeo, sólo un 19 por ciento de los franceses desea que sea candidato. Su esposa, Bernadette Chirac, dijo anoche por televisión que su marido "tomará su decisión él solo" y se lo dirá a ella "la víspera".
"Conozco bien a Nicolas Sarkozy, desde hace mucho tiempo. Conozco sus fuerzas y sus debilidades, como él conoce las mías", ha declarado Juppé en su "blog". Según "Le Parisien", Juppé considera, como muchos en el centro-derecha, que Sarkozy es el único candidato capaz de derrotar en las urnas a la socialista Ségolène Royal. El ex primer ministro recuperó recientemente su puesto de alcalde de Burdeos que había perdido junto al de su cargo de diputado por su condena en un juicio sobre la financiación ilegal del partido RPR creado por Chirac en la década los años 70.
Si Chirac decidiera ser candidato a un tercer mandato, "se crearía una nueva situación, que cada cual tendría que analizar", agregó Juppé, antes de sentenciar que "por ahora, la UMP va a pronunciarse" y afirmar que ha decidido apoya a Sarkozy. Juppé se ha desmarcado, de este modo, del primer ministro y archirival de Sarkozy Dominique de Villepin, y del líder de la cámara de los diputados, Jean-Louis Debré. Ambos han dicho que se abstendrán en la votación de los militantes de la UMP sobre la designación de Sarkozy, con el argumento de que Chirac aún no ha desvelado sus intenciones.
Chirac, de 74 años y con casi 12 años en el Elíseo, ha dicho que durante el primer trimestre revelará sus planes para las Presidenciales, en las que, según un reciente sondeo, sólo un 19 por ciento de los franceses desea que sea candidato. Su esposa, Bernadette Chirac, dijo anoche por televisión que su marido "tomará su decisión él solo" y se lo dirá a ella "la víspera".
"Conozco bien a Nicolas Sarkozy, desde hace mucho tiempo. Conozco sus fuerzas y sus debilidades, como él conoce las mías", ha declarado Juppé en su "blog". Según "Le Parisien", Juppé considera, como muchos en el centro-derecha, que Sarkozy es el único candidato capaz de derrotar en las urnas a la socialista Ségolène Royal. El ex primer ministro recuperó recientemente su puesto de alcalde de Burdeos que había perdido junto al de su cargo de diputado por su condena en un juicio sobre la financiación ilegal del partido RPR creado por Chirac en la década los años 70.
Ahora ha reconocido que tuvo "el deseo" de lanzarse a la carrera presidencial. Pero renunció a una campaña "testimonial" que sólo podría crear divisiones en su campo. En su mensaje, Juppé indicó que comparte varios análisis o proyectos de Sarkozy, por ejemplo, sobre la inmigración, la fiscalidad o sus propuestas para "sacar a la Unión Europea de la crisis de identidad en que está sumida", y elogió su evolución sobre la forma de "desbloquear el modelo francés de integración" o el futuro de la "protección social" en Francia. Ha indicado que a Sarkozy le toca ahora "precisar su proyecto presidencial" sobre el funcionamiento de las instituciones, los gastos militares o la "especificidad" de la política exterior gala.