Saviola amarga la noche a un gran Alavés para certificar el pase del Barcelona a cuartos de la Copa del Rey (3-2)

(Libertad Digital) No era un buen día para calibrar si el fútbol depresivo que el Barcelona ha exhibido en las últimas semanas tiene visos de mejorar. El ambiente, con un Camp Nou semivacío; el rival, un equipo de Segunda División que ya apuró sus opciones de clasificación en la ida; y la falta de tensión de un partido que no decidía nada, no eran circunstancias propias para ello. Sin embargo, el duelo desigual entre Barça y Alavés no transcurrió según el guión esperado, pese a que empezó como cabía esperar. El conjunto azulgrana se adueñó del balón y se dedicó a tocar y tocar, sin prisa, economizando esfuerzos, consciente de que el 0-2 de Mendizorroza era una renta suficiente para no tener que arriesgar.

Pese a su dominio, el conjunto azulgrana tardó un cuarto de hora en pisar el área de Ardouin ante un Alavés bien parapetado atrás que corría tras el balón y que, pese a ello, dispuso de la primera ocasión del partido: un disparo lejano de Arthuro que se marchó cerca de la escuadra izquierda de la portería defendida por Jorquera. Pero los de Rijkaard no desperdiciaron la primera ocasión que tuvieron: un lanzamiento de falta de Ronaldinho que el portero del conjunto vasco no acertó a blocar y que se convirtió en gol después de que el balón rebotara en el cuerpo de Saviola.

El delantero argentino, en auténtico estado de gracia, marcaría el segundo cinco minutos después al cabecear a la escuadra un centro desde la frontal de Motta (2-0). Si la eliminatoria no estaba sentenciada ya antes de empezar el partido, el golazo del 'Pibito' pareció dejarla totalmente muerta, pero los hombres de Fabricio González se empeñaron en poner emoción al choque. Primero fue Wellington Pauleta quien, a los 34 minutos, culminó una contra alavesista picando el balón por encima de Jorquera (2-1) y, poco antes del descanso, le llegó el turno a Arthuro, el mejor jugador del equipo visitante y autor del gol del empate al transformar un libre directo (2-2).

La 'pájara' con la que el Barça acabó la primera parte se prolongó en los primeros minutos de la reanudación. Un grave error defensivo de Márquez a punto estuvo de costarle el tercero gol a los locales cuando apenas se habían disputado cuatro minutos de la segunda mitad. El mexicano, que también perdió de forma incomprensible un balón que le costó al Barça encajar un tanto en Getafe, regaló la pelota a Wellington Pauleta quien, con Jorquera ya batido, intentó un disparo cruzado que Puyol sacó en la línea de gol. El equipo de Rijkaard se dio cuenta entonces de que no sólo podía perder el encuentro, sino que, de seguir con esa apatía, podía incluso ceder la eliminatoria.

Tras el susto inicial y unos primeros minutos de acoso visitante, el Barça se reactivó para recuperar la posesión del balón y empezar a fabricar algo de fútbol. Una pared entre Xavi y Ronaldinho acabó con una asistencia de cuchara del primero para Saviola, quien se había colado como una exhalación entre los dos centrales para romper el fuera de juego. El 'Conejo' ni siquiera dejó botar el balón, conectando una volea baja desde el punto de penalti que sorprendió a Ardouin, para firmar su tercer tanto de la noche (3-2). Esta vez sí, el tercer tanto de Saviola finiquitó el partido, aunque el Alavés aún dispuso una última oportunidad para lograr un empate que hubiera sido el justo premio al esfuerzo que hizo durante todo el choque. Sin embargo, el tiro escorado desde la frontal que intentó Ogbeche a la media hora de la segunda parte pegó en la cruceta de Jorquera, y los hombres de Fabri se marcharon del Camp Nou con una derrota aunque una buena impresión.