(Libertad Digital) Según publica El Mundo, el 14 de marzo de 2004 –tres días después de los atentados de Madrid– "la Unidad Central de Información Exterior solicitó al magistrado Juan del Olmo una orden de entrada y registro contra dos de los presuntos autores de la masacre: Mohamed Hadad y Said Berraj. Una de esas solicitudes, la de Mohamed Hadad, se llevó a cabo casi de forma inmediata. La segunda, la de Said Berraj, fue anulada de forma sorprendente por la propia UCIE 24 horas más tarde".
Berraj era confidente de las Fuerzas de Seguridad. Logró huir tras los atentados y, actualmente, se encuentra en paradero desconocido.
El mismo diario relata que la solicitud de entrada y registro en la casa de Berraj estaba firmada por el jefe de la UCIE, el comisario Mariano Rayón, y fechada el 14 de marzo de 2004. El 15 de marzo, la UCIE "justifica su petición sobre Mohamed Hadad con toda serie de detalles sobre su posible participación en los hechos. Y, sorprentendemente", informa Antonio Rubio –autor de la información periodística–, "solicita en el mismo escrito que se anule la petición sobre el marroquí Said Berraj".
La nota de anulación se limitaba a indicar al juez: "Con respecto a la persona de Said Berraj, se deja sin efecto la solicitud de mandamiento de entrada y registro y se continúan otras líneas de investigación".
El Mundo cita fuentes de los servicios de Información de la Policía para sostener que "la auténtica personalidad de Berraj, quién era, con quién se relacionaba y su capacidad militar se conocía con meses de antelación a los atentados del 11-M".
El periódico apunta que Berraj podría estar actualmente en Marruecos, "no muy lejos" de Mohamed Hadad. "Los dos presuntos autores del 11-M pueden estar recibiendo protección en su país", sugiere El Mundo.