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Nadal liquida a un rocoso Andy Murray para acceder por primera vez a cuartos del Abierto de Australia

Dura batalla de casi cuatro horas la que han librado el español Rafael Nadal y el escocés Andy Murray en el Rod Laver Arena, en el primer duelo entre los dos únicos jugadores que el año pasado fueron capaces de derrotar a Roger Federer. La ha ganado el número dos del mundo, por 6-7 (3-7), 6-4, 4-6, 6-3 y 6-1, para alcanzar los cuartos de final del Abierto de Australia por primera vez en su carrera. Al mallorquín le espera ahora otro duro adversario como el chileno Fernando González, décimo favorito.

Dura batalla de casi cuatro horas la que han librado el español Rafael Nadal y el escocés Andy Murray en el Rod Laver Arena, en el primer duelo entre los dos únicos jugadores que el año pasado fueron capaces de derrotar a Roger Federer. La ha ganado el número dos del mundo, por 6-7 (3-7), 6-4, 4-6, 6-3 y 6-1, para alcanzar los cuartos de final del Abierto de Australia por primera vez en su carrera. Al mallorquín le espera ahora otro duro adversario como el chileno Fernando González, décimo favorito.
(Libertad Digital) El bicampeón de Roland Garros, más acostumbrado a resolver partidos conflictivos y más entero físicamente, se imponía en cinco duros sets después de tres horas y 51 minutos de partido. Nadal se enfrentará el miércoles a Fernando González, décimo favorito, quien les había deseado un partido largo y agotador a ambos, y seguramente quedó contento. El de Santiago, también por primera vez en su carrera en la ronda de los ocho mejores, noqueaba antes a James Blake (5), finalista en la Copa Masters de Shangai y reciente ganador en Sydney, por 7-5, 6-4, 7-6 (7-4). González ha vencido en dos de las tres ocasiones en las que se ha enfrentado a Nadal. De momento, dos españoles lucharán en cuartos, por primera vez desde 1997, cuando tres de ellos alcanzaron esa ronda: Félix Mantilla, Albert Costa y Carlos Moyá.

Brad Gilbert, entrenador de Murray y antes de los estadounidenses Andy Roddick y Andre Agassi, entre otros, planificó a la perfección el partido. Inculcó a su jugador que destrozase el ritmo del español con dejadas y cortos intercambios para que el escocés no se desgastase y a la vez impidiera que Nadal tomara confianza. Murray lo puso en práctica con acierto, pero además sacó de forma excepcional, consiguiendo quince 'aces' y una velocidad máxima de 218 kilómetros por hora. Lo que no contaba era con la fe ciega del tenista de Manacor y con su carácter indestructible, en un día en el que su saque le abandonó en varios momentos.

Perder contra Murray hubiera supuesto una gran oportunidad perdida para Nadal, que aunque tiene ahora a González ha visto cómo su parte del cuadro se le ha abierto por arriba, con la derrota de una de sus "bestias negras", el checo Tomas Berdych ante el ruso Nikolay Davydenko, a quien Nadal ganó en Shangai. Todo podía haber cambiado si Nadal, que tuvo el primer set en su mano cuando dispuso de un punto para hacer suya esa manga, con 6-5, lo hubiera ganado, pero Murray colocó un buen servicio y luego abortó la situación con una derecha ganadora. En el desempate, el discípulo de Brad Gilbert colocó cuatro saques directos, demasiada ventaja, para hacerse con este juego corto, por 7-3, ganando además las dos reclamaciones que hizo por medio del famoso y polémico 'Ojo de Halcón'.

El mejor Murray aparecía entonces, pleno de detalles de gusto e inteligencia en la pista, atrayendo a Nadal a la red para superarle después. El escocés se colocó con 4-1, y cuando se deleitaba con una volea alta de revés, sufrió un pinchazo en el costado izquierdo que aparentemente le tuvo a mal traer durante los juegos siguientes, pero no llamó al médico y tampoco le impidió seguir luchando. Nadal rebajó diferencias y en una gran reacción ganó cinco juegos consecutivos para llevarse el segundo set en 50 minutos.

Pero en el tercer set, de nuevo Murray entró en acción y de nuevo volvió a tomar delantera (3-1). La igualada de Nadal 3-3 sirvió para acallar al público de la Rod Laver Arena que apoyaban mayoritariamente al escocés. Nadal dispuso en el noveno juego de tres puntos de ruptura que hubieran sido vitales. Pero el saque de Murray volvió a anularlos, y por contra el español cedió el suyo a continuación. Con dos sets a uno a favor, Murray no supo atar el partido. Tuvo cinco puntos de ruptura en el cuarto juego, pero la garra de Nadal los salvó. Luego, en el quinto el despegue del zurdo español fue arrollador hasta situarse con 5-0 y confirmar en el séptimo su gran victoria, sellando con un beso en la pista su gran triunfo.

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