L D (EFE) España confía en poder cuajar ante Alemania el "partido completo" que viene reclamando Juan Carlos Pastor desde el inicio del torneo y que, por unas causas u otras, todavía no ha acabado de realizar. Como dice el propio seleccionador nacional, el triunfo ante los teutones sólo será posible si los internacionales españoles logran marcar el ritmo de juego del partido, para lo que es imprescindible no sólo ya una sólida defensa, sino, sobre todo, evitar caer en el ataque directo que tanto beneficia al cuadro alemán.
La velocidad de los extremos Florian Kehrmann y Torsten Jansen, así como de los laterales Christian Zeitz y Pascal Hens, infalible en la segunda oleada de contragolpe, convierten en gol seguro cada balón perdido en ataque. Esta circunstancia hace más necesaria que nunca la "continuidad" en el juego ofensivo, la obligación de mover de lado a lado la pelota en busca de una segunda o tercera opción, si el pase al pivote Rolando Uríos, principal argumento del equipo español en ataque, no es posible.
Tal y como ocurrió el pasado mes de junio en los dos amistosos en los que el equipo español, que desplazó a Alemania un equipo B plagado de prometedores jóvenes, se impuso por 31-30 a la selección germana en Mannheim y dos días después igualó (25-25) con los de Heiner Brand en Offenburg. El equipo alemán no parece capaz de completar el relevo generacional que inició en 2004, cuando se alzó con el oro europeo y la plata olímpica, aunque en estos momento se muestra mucho más sólido que el pasado verano.
Solidez que ha ido adquiriendo poco a poco a lo largo del campeonato, tras un dubitativo arranque de torneo, como demuestra su tropiezo en la primera fase ante Polonia (25-27), tras el cual los germanos se han impuesto sucesivamente a Eslovenia, Túnez, Francia e Islandia. En este último partido ante los islandeses no pudo jugar a causas de una molestias en una pierna el central Markus Baur, que será duda hasta última hora para el encuentro con España, lo mimo que el lateral de origen ucraniano Oleg Velyky, que no se sabrá hasta este martes por la mañana si es inscrito por la Federación Alemana para disputar las rondas finales del Mundial.
De este modo, todo el peso del ataque del conjunto alemán recae en el central Michael Krauss, así como en los laterales Zeitz y Hens, máximo artillero del cuadro germano con 34 tantos, sin olvidar al pivote de origen bielorruso Andrej Klimovets, totalmente recuperado de las molestias que le han hecho perderse cuatro partidos. Una ausencia que obligó a convocar de urgencia a un viejo conocido del público español, el ex barcelonista Christian Schwarzer, de 33 años, que no competía con el equipo alemán desde los pasados juegos olímpicos de Atenas. Ése fue el escenario del más apasionante encuentro entre alemanes y españoles de los últimos tiempos, y en el que Alemania, gracias a un impresionante actuación del portero Henning Fritz, se impuso tras la prórroga y dos tandas de penaltis a España, un resultado que los de Juan Carlos Pastor esperan poder vengar este martes en Colonia.
La velocidad de los extremos Florian Kehrmann y Torsten Jansen, así como de los laterales Christian Zeitz y Pascal Hens, infalible en la segunda oleada de contragolpe, convierten en gol seguro cada balón perdido en ataque. Esta circunstancia hace más necesaria que nunca la "continuidad" en el juego ofensivo, la obligación de mover de lado a lado la pelota en busca de una segunda o tercera opción, si el pase al pivote Rolando Uríos, principal argumento del equipo español en ataque, no es posible.
Tal y como ocurrió el pasado mes de junio en los dos amistosos en los que el equipo español, que desplazó a Alemania un equipo B plagado de prometedores jóvenes, se impuso por 31-30 a la selección germana en Mannheim y dos días después igualó (25-25) con los de Heiner Brand en Offenburg. El equipo alemán no parece capaz de completar el relevo generacional que inició en 2004, cuando se alzó con el oro europeo y la plata olímpica, aunque en estos momento se muestra mucho más sólido que el pasado verano.
Solidez que ha ido adquiriendo poco a poco a lo largo del campeonato, tras un dubitativo arranque de torneo, como demuestra su tropiezo en la primera fase ante Polonia (25-27), tras el cual los germanos se han impuesto sucesivamente a Eslovenia, Túnez, Francia e Islandia. En este último partido ante los islandeses no pudo jugar a causas de una molestias en una pierna el central Markus Baur, que será duda hasta última hora para el encuentro con España, lo mimo que el lateral de origen ucraniano Oleg Velyky, que no se sabrá hasta este martes por la mañana si es inscrito por la Federación Alemana para disputar las rondas finales del Mundial.
De este modo, todo el peso del ataque del conjunto alemán recae en el central Michael Krauss, así como en los laterales Zeitz y Hens, máximo artillero del cuadro germano con 34 tantos, sin olvidar al pivote de origen bielorruso Andrej Klimovets, totalmente recuperado de las molestias que le han hecho perderse cuatro partidos. Una ausencia que obligó a convocar de urgencia a un viejo conocido del público español, el ex barcelonista Christian Schwarzer, de 33 años, que no competía con el equipo alemán desde los pasados juegos olímpicos de Atenas. Ése fue el escenario del más apasionante encuentro entre alemanes y españoles de los últimos tiempos, y en el que Alemania, gracias a un impresionante actuación del portero Henning Fritz, se impuso tras la prórroga y dos tandas de penaltis a España, un resultado que los de Juan Carlos Pastor esperan poder vengar este martes en Colonia.