LD (EFE) Cientos de iraquíes intentan desde hace semanas conseguir asilo político en España a través de su Embajada en El Cairo, debido al rumor que ha circulado entre la numerosa colonia iraquí residente en Egipto de que las autoridades españolas conceden asilo en sus cancillerías.
Según han explicado fuentes consulares españolas, hay unas seiscientas solicitudes de asilo presentadas o a punto de presentarse en la embajada en Egipto. La mayor parte son peticiones para familias enteras, lo que eleva el número de demandantes a cerca de dos mil. Ese fenómeno, que no sucede en ninguna otra legación diplomática de la capital egipcia, se debe a que España es uno de los pocos países que permite solicitar asilo en sus embajadas, sin que sea necesario hacerlo en la misma frontera o una vez dentro del territorio, como sucede en la mayoría de países europeos.
El embajador en El Cairo, Juan Serrat, lo más grave es que esta avalancha de solicitudes de asilo ya se ha producido previamente en la cancillería española Damasco. En Siria, el pasado mes de septiembre llegaron a sumarse más de seis mil demandas en una sola semana, también merced a los rumores que corrieron como la pólvora entre los cientos de miles de iraquíes refugiados en Siria.
Sin embargo, los demandantes en El Cairo, pese a serles comunicado con claridad que España no concede asilo político en las embajadas, sino que solamente tramita solicitudes, y que éstas tardan meses en responderse, no parecen desanimarse y siguen afluyendo a razón de decenas cada día. Entre los solicitantes hay tanto suníes como chiíes o cristianos, hombres y mujeres, la mayor parte de clase media o alta, y abundan las personas (militares o altos funcionarios) relacionadas con la dictadura de Sadam Husein.