L D (EFE) El comunicado fue leído por el teniente general Abud Gambar, nombrado responsable de la región de Bagdad, según el nuevo plan de seguridad para la capital. Gambar añadió que el toque de queda en Bagdad, de ocho de la tarde a las seis de la mañana, se mantendrá en vigor durante un período todavía indeterminado.
En la actualidad, ya está vigente en la capital un toque de queda de nueve de la noche a cinco de la mañana, por lo que la nueva medida amplía en dos horas el plazo. El general también informó de que se impondrán otras medidas de seguridad excepcionales, como interrogatorios o registros en hogares, mezquitas y lugares de culto sin orden judicial.
Asimismo, se aplicará la ley antiterrorista a todo aquel que sea sorprendido con armas o cualquier tipo de material explosivo , que será presentado de inmediato ante el Tribunal Penal Supremo.
Las nuevas medidas se enmarcan dentro del plan de seguridad que Maliki anunció que entrará en vigor esta semana y en el que participarán 85.000 soldados y policías, entre iraquíes y estadounidenses.
Para la aplicación del plan, las autoridades iraquíes han dividido Bagdad en diez zonas que serán administradas por un general del Ejército con la potestad de adoptar las medidas que considere convenientes para imponer el orden y la seguridad.
En la actualidad, ya está vigente en la capital un toque de queda de nueve de la noche a cinco de la mañana, por lo que la nueva medida amplía en dos horas el plazo. El general también informó de que se impondrán otras medidas de seguridad excepcionales, como interrogatorios o registros en hogares, mezquitas y lugares de culto sin orden judicial.
Asimismo, se aplicará la ley antiterrorista a todo aquel que sea sorprendido con armas o cualquier tipo de material explosivo , que será presentado de inmediato ante el Tribunal Penal Supremo.
Las nuevas medidas se enmarcan dentro del plan de seguridad que Maliki anunció que entrará en vigor esta semana y en el que participarán 85.000 soldados y policías, entre iraquíes y estadounidenses.
Para la aplicación del plan, las autoridades iraquíes han dividido Bagdad en diez zonas que serán administradas por un general del Ejército con la potestad de adoptar las medidas que considere convenientes para imponer el orden y la seguridad.