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LAS CLAVES DEL DÍA

Resumimos a continuación algunas de las declaraciones más importantes realizadas este miércoles 14 de marzo. Los testigos son el comisario jefe de los TEDAX, Juan Jesús Sánchez Manzano; el jefe provincial de los TEDAX, el subinspector de la unidad central de los TEDAX y un guía canino.

JUAN JESÚS SÁNCHEZ MANZANO
 
  • El comisario jefe de los Tedax corrobora las informaciones de Libertad Digital en cuanto a que la hora de entrada de la furgoneta Kangoo en el complejo policial de Canillas fue antes de las tres de la tarde –casi una hora– y que quien se hizo cargo de ella fueron los Tedax, no Científica como sería de rigor. Se confirma pues, que hubo manipulación en el acta de registro de entrada.
  • Inexplicablemente dice que no se halló ningún resto de los iniciadores de las bombas y se aferra a su coletilla de los "componentes genéricos" de la dinamita combinada con la imposibilidad de hacer análisis de componentes. El presidente del Tribunal no salía de su asombro: "no lo entiendo", exclamó. Repite Sánchez Manzano que su mención a la nitroglicerina (su presencia podría apuntar al Titadyn u otros explosivos pero descartaría la Goma 2-ECO) fue "un error" pero dice que es tan fácil cometerlo que "nadie se dio cuenta hasta dos años después".
  • Da cuenta de una llamada en la que le anuncian "un registro en un domicilio de Leganés a eso de las 12 o 12.30". El relato del tiroteo en Zarzaquemada que sostiene la fiscal o la hora de la localización del piso no sólo no quedan aclarados sino aún más enmarañados. A preguntas de las acusaciones Sánchez Manzano modifica su declaración y dice que no recuerda si le dijeron que era en un piso o sólo en la zona de Leganés. La versión de Manzano da visos de credibilidad a la que dio el confidente Cartagena a quien a las siete de la mañana ya querían meter en el piso.

JEFE PROVINCIAL DE LOS TEDAX
 
  • La principal aportación de este inspector jefe ya la publicamos en Libertad Digital: en su inspección de los cuatro trenes "de la cabeza a la cola y de la cola a la cabeza por dos veces" no se halló la famosa mochila de Vallecas. No encuentra explicación de la providencial aparición.
  • Al llegar al Parque Azorín, su primera reacción es activar el inhibidor de frecuencias, algo que si se hubiera hecho en Leganés habría imposibilitado las llamadas de los supuestos suicidas. Reconoce su enfado por el hecho de que Del Olmo no conociera la radiografía que demostraba que la mochila no podía estallar porque el detonador no estaba conectado al móvil. Libertad Digital publicó que esa radiografía le fue ocultada al juez durante cuatro meses.
  • Asegura que al menos en su equipo nadie ha hecho prácticas con Goma 2-ECO, mientras que su jefe dice que es el explosivo con el que practican. Recuerda que pensó en alto explosivo tipo C3 o C4 por los cortes que presentaba la chapa de los trenes. Descartó la Titadyn o la Goma 2-EC.
  • Nadie les pide su presencia en IFEMA, donde había multitud de mochilas, además de las víctimas mortales del atentado, los familiares y autoridades.

SUBINSPECTOR DE LA UNIDAD CENTRAL DE LOS TEDAX
 
  • Encontró una de las mochilas en el vagón primero del tren de Atocha.
  • El jefe del equipo de Madrid le indicó que interviniera como operador número 1. A pesar de ser el encargado de desactivarla (algo que nunca ocurrió porque terminó explosionando) dice que no visualizó "ningún tipo de humo", a pesar de que su jefe sí afirma que lo vio.
  • Dice que no encontraron tornillería en el foco de la explosión de la bomba que trató de desactivarse.
  • Cuando llegó a Leganés ya se había producido la explosión y dice que percibió un olor a almendras amargas que puede asociarse con la nitroglicerina.

GUÍA CANINO
  • El perro no estaba cansado. El intervalo "entre servicio y servicio no fue rápido" y al perro "le daba tiempo a descansar". El servicio anterior fue revisar dos mochilas que se habían dejado olvidadas en Chamartín. Estaba en perfectas condiciones. Las inspecciones exteriores se hacen para detectar explosivos adosados al vehículo pero los perros están capacitados para detectar explosivos en el interior, dependiendo de la cantidad y como esté empaquetado el explosivo.
  • Inspeccionó la parte exterior del vehículo "durante quince minutos", y "entrevió la parte de atrás de la furgoneta" y, aunque no se veía claramente, no apreció "ningún objeto grande".
  • Tampoco está seguro de si la furgoneta quedó precintada, pero de lo que se ha mostrado convencido es de que se enteró que había explosivos por los medios de comunicación.

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