L D (EFE) Jospin, cuyas diferencias con Royal son públicamente conocidas, hizo su primera aparición en un mitin en Lens (norte del país) para defender a la que fuera su ministra de Enseñanza Escolar durante su mandato como jefe del Gobierno (1997-2002) y también al alcalde de la ciudad, que compite por un escaño de diputado en los comicios legislativos de junio próximo.
El que fuera primer ministro de la "izquierda plural" y fallido candidato a las Presidenciales de 2002, cuando quedó eliminado en la primera vuelta al ser superado por el ultraderechista Jean-Marie Le Pen, advirtió este domingo e que "lo que propone Bayrou provocaría una verdadera crisis política en nuestro país".
No dudó en calificar de "superchería" la línea política del candidato centro-liberal, que según los sondeos tiene el favor de muchos votantes tradicionales de la izquierda, y recordó que "siempre ha sido de derechas". ara Jospin, "la solución es el voto socialista, el voto a Segolène Royal".
Pidió a los miembros de su Partido Socialista que no entren en disquisiciones sobre qué hacer si Bayrou pasa a la segunda ronda electoral, pues "lo importante es mostrar por qué hay que descartarlo desde la primera vuelta".
También criticó al candidato conservador y actual titular francés del Interior, Nicolas Sarkozy, en particular su propuesta de crear un Ministerio de la Inmigración y de la Identidad Nacional. Es "estúpido y sospechoso" crear ese departamento porque "ningún ministerio puede ser el propietario de la identidad nacional". Descalificó esa iniciativa por ser "una aspiración casi totalitaria, despótica, al querer acaparar la identidad nacional" y reunirla en una administración.
Por eso, juzgó que Sarkozy "representa un verdadero peligro para el funcionamiento normal de la República". Con él, agregó, "no se puede esperar más que un agravamiento de la política seguida en la actualidad", con el añadido de que el ministro del Interior es como el actual presidente francés, Jacques Chirac, aunque "más joven, tan cínico, (...) menos comedido, más febril y, por eso mismo, más inquietante".
Sarkozy se defendió de los ataques sobre sus propuestas en cuanto a identidad nacional y abogó por su derecho a "hablar de la nación sin ser un nacionalista y de la inmigración sin ser un racista".
En una entrevista a la emisora de radio Skyrock, el candidato conservador insistió en que "Francia no es una etnia, no es una raza, es una multitud de pequeñas provincias y de territorios que primero se conocieron, se quisieron e hicieron una nación. Y todo eso no es una etnia, sino una comunidad de valores".
La entrada en campaña de Jospin se produce un día después de la de su ex ministro de Finanzas Dominique Strauss-Kahn, otro de los conocidos como "elefantes" del Partido Socialista que tantas reservas tuvieron hacia Royal. Strauss-Kahn fue uno de los tres aspirantes en las primarias socialistas para la candidatura a las presidenciales, de las que salió derrotado frente a Royal, al igual que el ex primer ministro francés Laurent Fabius.
El que fuera primer ministro de la "izquierda plural" y fallido candidato a las Presidenciales de 2002, cuando quedó eliminado en la primera vuelta al ser superado por el ultraderechista Jean-Marie Le Pen, advirtió este domingo e que "lo que propone Bayrou provocaría una verdadera crisis política en nuestro país".
No dudó en calificar de "superchería" la línea política del candidato centro-liberal, que según los sondeos tiene el favor de muchos votantes tradicionales de la izquierda, y recordó que "siempre ha sido de derechas". ara Jospin, "la solución es el voto socialista, el voto a Segolène Royal".
Pidió a los miembros de su Partido Socialista que no entren en disquisiciones sobre qué hacer si Bayrou pasa a la segunda ronda electoral, pues "lo importante es mostrar por qué hay que descartarlo desde la primera vuelta".
También criticó al candidato conservador y actual titular francés del Interior, Nicolas Sarkozy, en particular su propuesta de crear un Ministerio de la Inmigración y de la Identidad Nacional. Es "estúpido y sospechoso" crear ese departamento porque "ningún ministerio puede ser el propietario de la identidad nacional". Descalificó esa iniciativa por ser "una aspiración casi totalitaria, despótica, al querer acaparar la identidad nacional" y reunirla en una administración.
Por eso, juzgó que Sarkozy "representa un verdadero peligro para el funcionamiento normal de la República". Con él, agregó, "no se puede esperar más que un agravamiento de la política seguida en la actualidad", con el añadido de que el ministro del Interior es como el actual presidente francés, Jacques Chirac, aunque "más joven, tan cínico, (...) menos comedido, más febril y, por eso mismo, más inquietante".
Sarkozy se defendió de los ataques sobre sus propuestas en cuanto a identidad nacional y abogó por su derecho a "hablar de la nación sin ser un nacionalista y de la inmigración sin ser un racista".
En una entrevista a la emisora de radio Skyrock, el candidato conservador insistió en que "Francia no es una etnia, no es una raza, es una multitud de pequeñas provincias y de territorios que primero se conocieron, se quisieron e hicieron una nación. Y todo eso no es una etnia, sino una comunidad de valores".
La entrada en campaña de Jospin se produce un día después de la de su ex ministro de Finanzas Dominique Strauss-Kahn, otro de los conocidos como "elefantes" del Partido Socialista que tantas reservas tuvieron hacia Royal. Strauss-Kahn fue uno de los tres aspirantes en las primarias socialistas para la candidatura a las presidenciales, de las que salió derrotado frente a Royal, al igual que el ex primer ministro francés Laurent Fabius.