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El Real Madrid firma una gran remontada ante el Unics Kazan y se clasifica para la final de la Copa ULEB (84-63)

Louis Bullock, máximo anotador del partido con 27 puntos, y Felipe Reyes, con 23 tantos y dieciséis rebotes, han sido los principales artífices del triunfo del Real Madrid frente al Unics Kazan ruso en Vistalegre, en la vuelta de semifinales de la Copa ULEB. El conjunto blanco, que había perdido por siete puntos en la ida (76-69), luchará por el título el próximo 10 de abril en Charleroi (Bélgica) ante el Lietuvos Rytas, que ha eliminado al Zeleznik serbio. Además, se clasificará automáticamente para la próxima edición de la Euroliga si se proclama campeón.

Louis Bullock, máximo anotador del partido con 27 puntos, y Felipe Reyes, con 23 tantos y dieciséis rebotes, han sido los principales artífices del triunfo del Real Madrid frente al Unics Kazan ruso en Vistalegre, en la vuelta de semifinales de la Copa ULEB. El conjunto blanco, que había perdido por siete puntos en la ida (76-69), luchará por el título el próximo 10 de abril en Charleroi (Bélgica) ante el Lietuvos Rytas, que ha eliminado al Zeleznik serbio. Además, se clasificará automáticamente para la próxima edición de la Euroliga si se proclama campeón.
L D (EFE) Se repite la historia de los dos partidos que Real Madrid y Unics Kazan libraron en la primera vuelta: el equipo de Joan Plaza perdió por seis en Rusia y ganó por 17 en Vistalegre. En el asalto que abrió la semifinal hace una semana, cayó por siete tantos (76-69) y en el de vuelta ha vuelto a desvestir al bloque dirigido por el lituano Antanas Sireika, que aguantó dos cuartos y se desmoronó en el tercero. Era de esperar que la remontada resultase una tarea exigente y penosa. El Madrid recuperó a Louis Bullock -un punto de tiro libre en la ida-, añadió al belga Axel Hervelle a las piezas productivas del ataque y siguió, una jornada más, disfrutando del esplendor de un hombre que ha alcanzado la madurez deportiva: Felipe Reyes. Apoyado en esos tres vértices dio carpetazo al Unics con aperturas antes del descanso y comodidad en los dos períodos restantes.

El primer tiempo terminó con los blancos a medio camino de su meta (44-40). Sin embargo, quedó la sensación de que el Unics no iba a regalar nada. Al Madrid le cuesta hacer puntos, pues de otra forma habría rentabilizado el abrumador dominio reboteador que implantó desde el comienzo, y habría dejado de preocuparse bastante antes. Pese a capturar ocho rebotes más que los rusos al intermedio (22 rechaces por 14), la diferencia al descanso todavía daba el pase al Unics Kazan (44-40). El lituano Saulius Stombergas, con ocho puntos en medio partido, el serbio Dusko Savanovic -diez- y el estadounidense Cameron Stevenson -ocho- habían dado con la tecla para sostener a los suyos en la primera línea de fuego.

Más allá de la buenas noticias que manejaba el cuadro ruso después de medio partido, el Madrid entendió que tenía que lanzarse a por todas y, a los 21 minutos ya había logrado el escenario que pretendía (28-20). Su pecado radicaba en haber colaborado de forma inconsciente a los intereses del Kazan al entrar en algunas situaciones de juego embarulladas. Una de ellas le costó una falta antideportiva en el segundo cuarto. El bloque tártaro sabía de sobra que siete puntos pueden ser un abismo si se saben manejar algunas situaciones. Sobre todo, las que cortan el ritmo de juego. En el segundo cuarto lo consiguió con la antideportiva y otras habilidades. En el arranque del tercero, sin embargo, se topó con un Madrid centrado, única y exclusivamente, en engordar el marcador y resolver la eliminatoria.

Un 7-2 de salida les llevó a los números que le daban el pase (51-42, m.22). El único hombre del Unics Kazan que aportó algo en ese tramo fue Darijus Lavrinovic. Transformó cuatro puntos de vital importancia y, cuando Bullock colocó el margen en doce (54-42, m.23), también respondió. Aún así, el Madrid surgió desde el vestuario con la mentalidad adecuada para lograr el anhelado pasaporte a la final. Bullock desapareció en la ida y también en el Palau Blaugrana y no lo pudo disimular. Es tan constante que cuando se sale del guión llama la atención. Su equipo esperaba la mejor versión del escolta para una ocasión tan trascendental como esta, y el americano acudió puntual a la cita. Un triple y un tiro libre de 'Sweet Lou' encauzaron la clasificación madridista para que uno de los destacados en la ida, Charles Smith, estrenase su cuenta en el momento perfecto desde la línea de 6,25 metros (63-47, m.29).

Y el marcador reflejaba al fin la superioridad que el líder de la ACB demostraba en la pista. Aunque sólo fuera por el abismo existente en los rebotes de ataque (doce por tres), los hombres de Joan Plaza merecían ir por delante. La final, a falta de diez minutos, esperaba a los blancos. Mucho más cuando Blagota Sekulic palmeó el último balón del tercer cuarto (66-49). Sekulic y Reyes poco más podían hacer. Producían puntos y rebotes como máquinas -quince y diez el internacional español junto a doce y cinco del ex yugoslavo-. El turco Kerem Tunceri obvió los problemas físicos que sufre en un hombro para ampliar la brecha a 20 puntos en la apertura del último cuarto (69-49). El Kazan acusaba los efectos del juego arrollador de los madridistas en el tercer período (22-9). El Madrid acentuó esa sensación de los rusos a través de Bullock (73-51, m.33). El trabajo estaba hecho y sólo faltaba proteger los beneficios y sellar el pase a la final del próximo 10 de abril.


Resultados de los partidos de vuelta de semifinales

Zeleznik (SRB)     72 - Lietuvos Rytas (LTU)  69 (67-78)
Real Madrid (ESP)  83 - Unics Kazan (RUS)     64 (69-76)

* En negrita, equipos clasificados para semifinales

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