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El jefe de los GEO que intervinieron en Leganés confirma que en el edificio había inhibidores que impiden llamar desde el móvil

En la decimoctava sesión del juicio sobre el 11-M hemos visto confirmadas viejas noticias como que el policía Kalaji liberó los móviles que, según la versión oficial, estallaron en los trenes o que "pared con pared" en el piso de Leganés vivía un policía. También, que algunos de los testigos que propone la fiscal Sánchez "nunca" estuvieron en los escenarios. Las novedades sobre ese piso en el que se esfumaron los presuntos autores materiales llegaron con el testimonio del entonces jefe de los GEO, que confirmó la presencia de inhibidores de telefonía móvil. Según él, su unidad "nunca graba" sus actuaciones. Las partes dejaron pasar demasiadas oportunidades para preguntar. Y una vez más, la actitud de Olga Sánchez puso la nota desagradable.
CLAVES DEL DÍA
El que liberó los móviles era policía | Coordinó Leganés pero "nunca" estuvo allí

En la decimoctava sesión del juicio sobre el 11-M hemos visto confirmadas viejas noticias como que el policía Kalaji liberó los móviles que, según la versión oficial, estallaron en los trenes o que "pared con pared" en el piso de Leganés vivía un policía. También, que algunos de los testigos que propone la fiscal Sánchez "nunca" estuvieron en los escenarios. Las novedades sobre ese piso en el que se esfumaron los presuntos autores materiales llegaron con el testimonio del entonces jefe de los GEO, que confirmó la presencia de inhibidores de telefonía móvil. Según él, su unidad "nunca graba" sus actuaciones. Las partes dejaron pasar demasiadas oportunidades para preguntar. Y una vez más, la actitud de Olga Sánchez puso la nota desagradable.CLAVES DEL DÍAEl que liberó los móviles era policía | Coordinó Leganés pero "nunca" estuvo allí
(Libertad Digital) El jefe del operativo del Grupo Especial de Operaciones (GEO) que intervino en Leganés afirmó este miércoles ante el tribunal del 11-M que "nunca" tomaron la decisión de "entrar" en el interior del piso de la calle Carmen Martín Gaite donde, según la versión oficial, se habían atrincherado siete terroristas islamistas. La fiscal Olga Sánchez preguntó al policía por el momento en que tomaron la decisión de acceder al domicilio y el GEO contestó: "No, nunca. Nunca decidimos entrar".
 
Dijo también que, tras hacer estallar la puerta de acceso a la vivienda, su grupo, formado por 15 miembros, inició un intercambio verbal con los terroristas. Los GEO les instaron a abandonar la casa y los ocupantes del piso contestaron a gritos a los agentes: "¡Entrar a por nosotros mamomes!". También detalló que el subdirector general operativo de la Policía, Pedro Díaz Pintado, le informó poco antes del inicio de la operación de que se había interceptado una llamada en la que uno de los terroristas decía a sus familiares que "estaban rodeados" y que esa noche "iban a morir".
 
Sin embargo, y curiosamente, el GEO afirmó que al comenzar la intervención policial –en torno a las 20.30-20.40– él y sus compañeros vieron "en el ascensor del sótano un inhibidor de frecuencias", aparato que imposibilita que puedan realizarse llamadas telefónicas. A la pregunta de a qué hora fue colocado ese inhibidor de frecuencias dijo que "lo desconozco", ya que, según explicó, lo coloca la Comisaría General de Información. Lo que dejó claro es que ya estaba allí cuando ellos llegaron.
 
El GEO indicó que el Subdirector General Operativo de la Policía, Pedro Díaz Pintado le informó de que en el piso los terroristas tenían los explosivos "que les sobraban" de los atentados. Explicó que las 19.00 horas una dotación de 10 agentes se desplazó a Leganés y que en un cuarto de hora, su grupo, compuesto por 5 agentes, acudió a la vivienda. Una vez allí, el testigo indicó que recibió toda la información pertinente de su superior, Díaz-Pintado, quien le comunicó que estaban "atrincherados" cerca de cinco terroristas y que contaban con los explosivos no utilizados en los atentados.
 
Con estos datos y tras sopesar las distintas opciones para reducir a los terroristas, el jefe de la unidad diseñó toda la operación contando con "el visto bueno" del subdirector general. El testigo explicó al tribunal que un policía, vecino del inmueble que estaba pared con pared con la vivienda donde se encontraban los terroristas, les aportó todos los pormenores sobre el interior del edificio.
 
Antes de que comenzara la intervención de los GEO, concretamente al llegar los bomberos, se corta la luz, el agua, el gas y el teléfono.
 
"Cogerles vivos"
 
El jefe del operativo de los GEO, explicó, a preguntas de las defensas, que antes de inclinarse por la opción escogida para negociar con los terroristas –intentar, "con calma", hacerles salir con el uso de gas lacrimógeno– se barajaron varias alternativas. Su intención, en todo caso, era "cogerles vivos", explicó el testigo en referencia a los suicidas. Así, expuso que se desechó la opción de irrumpir en la casa por sorpresa a causa del elevado peligro que revestía para su equipo y su objetivo. Lo mismo ocurrió con la segunda posibilidad, entrar derribando la pared de la vivienda colindante. Además, el GEO precisó que no disponían de acciones de carácter parecido como referencia. "No había situaciones similares que yo sepa", apostilló. Lo que sí afirmó es que los GEO "nunca hemos grabado en vídeo nuestras intervenciones".
 
Explicó que los 15 agentes volaron la puerta de entrada del inmueble y tomaron posiciones en la escalera y en el rellano del portal, portando en todo momento máscara antigas. Tras parapetarse, iniciaron contactos con los terroristas y pudieron escuchar, "pared con pared", los cánticos y "alaridos" en árabe de los siete terroristas islamistas.
 
Con brevedad pero sin omitir detalles, el testigo relató que intentaron disuadir a los terroristas de que depusieran su actitud tras hacer estallar la puerta. "Les dijimos que salieran, que no les iba a pasar nada", explicó. Tras la negativa de los miembros de la célula, los atrincherados lanzaron ráfagas de disparos esporádicos. También detalló que, tras negarse a salir, los terroristas le ofrecieron enviar un emisario. Los GEO accedieron pero precisaron que éste debía salir "desnudo y con las manos en alto". Como repuesta se repitieron una vez más –precisó el testigo– disparos y alaridos de los atrincherados. El agente incidió en la brevedad del intercambio verbal entre policías y terroristas y dijo que desde el momento en que volaron la puerta hasta que se produjo la explosión transcurrieron únicamente tres minutos.
 
"Cuando explotó la vivienda fue cuando murió nuestro compañero", señaló el testigo en referencia al subinspector de los GEO Francisco Javier Torronteras. Explicó que él sufrió contusiones y desgarramientos en una pierna y dijo que el resto de los agentes resultaron también heridos de diversa consideración.
 

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