L D (Agencias) La portavoz adjunta del PP en el Congreso, Ana Torme, presentó la resolución de 2005 como "el primer paso en el desarme del Estado de Derecho" emprendido por el Gobierno socialista y destacó que con su aprobación se empezó a "echar por la borda" la política contra ETA que se había desarrollado hasta entonces. "Ese día Zapatero pasó página política más exitosa contra ETA y emprendió una nueva con los que nunca quisieron la derrota de los terroristas, la Ley de Partidos ni el pacto antiterrorista", proclamó.
Además, acusó al Ejecutivo de haber incumplido las "líneas rojas" que marcaba ese texto al dialogar con ETA "negando la realidad" de que continuaba la extorsión, la violencia callejera y el rearme de la banda. Es más recriminó al Gobierno que tras el atentado de Barajas haya optado por "mantener el proceso" aunque esté "oculto, sumergido y escondido".
Torme, quien aprovechó su intervención pedir la ilegalización de la nueva marca registrada bajo el nombre de Abertzale Sozialisten Batasuna, dio por hecho que al Ejecutivo no "le queda más remedio" que legalizar a la coalición proetarra porque cuando ya se ha "cedido una vez, no hay más salida que ceder siempre".
Por contra, la socialista Arantza Mendizabal acusó al PP de generar "ruido, crispación y enfrentamiento" con "un tema que nunca debió ser objeto de debate partidista", y todo ello "a base mentiras". "Esta actitud sólo sirve para fortalecer el terrorismo –proclamó–. Necesitan tanto a ETA para su discurso político como ETA les necesita a ustedes para hacer aparecer su posición política, y se lo están regalando. Lo grave es que ustedes están regalando esa presencia política".
En la misma línea, Aitor Esteban, del PNV, identificó al PP como "agente principal de la crispación y de los malos modos", y utilizó la ironía para enmarcar la propuesta de los populares en el Día Mundial del Teatro: "¡Vaya sobreactuación!", comentó.
CiU, por boca de Josep María Guinart, habló también de "la teatralidad demagógica", "el histrionismo", "la fanfarria" y "las alharacas" del PP al hacer de la lucha antiterrorista una palanca electoral". Para Gaspar Llamazares, de IU-ICV, "el gran problema del PP es la exageración y la desmesura", y después de "deslegitimar" a la Fiscalía y a la Justicia, ahora lo intentan con el Parlamento mediante una iniciativa, la revocación de una resolución aprobada, que no tiene precedentes.
Señaló que el PP ofrece una disyuntiva "diabólica" a los demás partidos: si revocan lo que aprobaron, demostrarían que se equivocaron en 2005, y si no lo hacen, dan a entender que siguen negociando. "No agotamos nuestra capacidad de asombro", comentó.
Incluso en el Ulster dialogan
Pero, además, tachó la pretensión del PP de "anacrónica", habida cuenta del acuerdo alcanzado en el Ulster entre unionistas y republicanos. "El reverendo Ian Paisley les ha dicho hoy mismo que el odio del pasado no puede ser barrera para el futuro; ¡Aplíquense el cuento!", espetó.
Igualmente, Begoña Lasagabaster, de Eusko Alkartasuna, indicó que el PP se está quedando "más a la derecha" que el unionista Ian Paisley, con un discurso según la cual el Grupo Popular tiene "la verdad absoluta" mientras los demás, pese a ser la mayoría, son "los equivocados, los traidores y los malvados".