L D (Agencias) "La situación de los derechos humanos en Cuba a partir de julio –fecha en la que se hizo efectivo el traspaso de poderes- ha empeorado sustancialmente". Éstas fueron las palabras pronunciadas por el disidente político y miembro de la Internacional Demócrata de Centro (ICD) en una conferencia de prensa después de las reuniones del Consejo de Derechos Humanos de Ginebra. En contra de quienes pensaron que la llegada de Raúl Castro podría suponer "el principio del fin" de la dictadura comunista, Valdés aseguró que "la represión contra los activistas de los derechos humanos y contra la población en general se ha incrementado".
Pocas horas después de que se conocieran las denuncias de Osvaldo Alfonso Valdés, que se suman a una catarata de alarmas en torno a una posible reedición de la "primavera negra", trascendió que Miguel Ángel Moratinos prepara un viaje oficial a La Habana, el primero que realizará un ministro de Exteriores desde 1998. Fuentes conocedoras del viaje, confirmaron a Europa Press que el ministro podría entrevistarse con el actual gobernador de la dictadura comunista. Lo que sí se sabe seguro es que mantendrá una reunión con su homólogo, Felipe Pérez Roque.
Fue en noviembre 1998 durante el Gobierno de José María Aznar, cuando el ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, realizó el último viaje oficial de un titular de esa cartera a la isla. Ya con el Ejecutivo de Zapatero, en abril de 2005, se desplazó a Cuba la ministra de Fomento Magdalena, convirtiéndose en el primer miembro de un gobierno europeo que viajara a La Habana. Ocurrió tres meses después del giro de la Unión Europea respecto a la dictadura castrista impulsado por el nuevo gabinete socialista.
300 presos políticos
En la conferencia de prensa, Valdés, por su parte, insistió en que "en Cuba hay más de 300 presos políticos, la cifra de condenados políticos con fines pacíficos más alta en el mundo" y denunció que en las cárceles cubanas la situación es "sencillamente terrible". En 2003 el disidente cubano fue uno de los 74 detenidos en lo que después se ha bautizado como "primavera negra" por el hecho de presidir el Partido Liberal Democrático en Cuba. Fue condenado a 18 años de presión. Posteriormente fueron liberados quince y tres, en los que se encontraba Valdés, se les permitió abandonar la isla.