L D (EFE) Las pocas o única posibilidad que tenía Fernando Alonso para lograr la victoria pasaba por adelantar al Ferrari de Felipe Massa, que ocupaba el puesto de punta en la salida, antes de llegar a la primera curva, y para ello contaba con un nuevo sistema de frenado, que funciona muy bien en frío y que ha dado el resultado esperado. En esta ocasión, no como le ocurrió hace tres semanas en Australia, Fernando Alonso salió bien, se emparejó con el Ferrari de Massa, que además se abrió para el exterior al llegar a la primera curva, y el asturiano le enfiló para situarse en cabeza de la prueba.
Pero lo mejor era que su compañero de equipo, el británico Lewis Hamilton, iba a partir también como en Australia y apurando hasta el último milímetro de pista y trazando por el exterior la segunda curva, también iba a adelantar a los Ferrari. Alonso podía destacarse en cabeza a casi un segundo por vuelta, mientras Hamilton batallaba para tener detrás suyo a los Ferrari. Felipe Massa iniciaba una maniobra de adelantamiento al llegar a la curva cuatro, en la quinta vuelta, que terminaba con dos ruedas fuera de la pista y en el siguiente intento, un giro después era todo el coche el que se salía y en vez de ganar un puesto, perdía dos en beneficio de Raikkonen y el alemán Nick Heidfeld (BMW Sauber).
En tan sólo seis vueltas, logrando adelantar a los Ferrari en la salida apurando al máximo y luego defendiendo su posición, el debutante Lewis Hamilton había hecho más como compañero de equipo de Fernando Alonso que el italiano Giancarlo Fisichella en sus dos últimas temporadas en Renault. Fernando Alonso contaba entonces ya con una confortable ventaja de ocho segundos, como Hamilton, mientras Raikkonen se limitaba a seguirle sin intentar azarosas aventuras como la de Massa. Los McLaren y los Ferrari iban a la misma táctica, con lo que Fernando Alonso y Raikkonen se paraban en la vuelta dieciocho a repostar y cambiar neumáticos, seguían montando los blandos como en la salida, y eso permitía a Hamilton liderar una vuelta en este Gran Premio al igual que lo hizo en Australia.
Después de esta primera parada para repostar, la ventaja de Alonso sobre Hamilton era de unos nueve segundos y sobre Raikkonen de unos veintiuno, con lo que salvo incidentes la victoria no debía escaparse al asturiano en uno de sus circuitos favoritos, en el que ha logrado su primera pole, su primer podio y la victoria en 2005 donde se puso líder del mundial, como en esta ocasión, y lo culminó con el título. De nuevo Fernando Alonso ha dado una lección magistral de cómo gestionar una carrera, controló sin problemas a sus rivales y cruzó la línea de meta terminando con la sequía de victorias de McLaren desde el Gran Premio de Japón, en octubre de 2005 con Kimi Raikkonen.
Lewis Hamilton estaba destruido en las últimas vueltas por el fuerte calor reinante y por la presión que había tenido toda la carrera para mantener a raya a los Ferrari. Sus últimas diez vueltas fueron un infierno con Raikkonen detrás intentando que cometiera algún error. Pero el joven debutante de McLaren lograba cruzar la línea de meta por delante de Raikkonen, lograba el segundo podio en dos carreras, y un doblete para su escudería por el que muy pocos, o nadie, había apostado antes de la carrera. Nick Heidfeld, que lideró la carrera una vuelta coincidiendo con la segunda parada para repostar, lograba un meritorio cuarto puesto por delante de Felipe Massa, los Renault con Fisichella y finlandés Heikki Kovalainen terminaban sexto y octavo y el italiano Jarno Trulli daba a Toyota dos puntos para el mundial con el séptimo puesto.
Alonso sale de nuevo líder del Mundial de Malasia y dentro de una semana tendrá que defender su puesto en el Gran Premio de Bahrein, tercera prueba del mundial, que ha comenzado de forma esperanzadora para el doble campeón del mundo.