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Los hermanos de dos muertos de Leganés confirman las dudas sobre la versión del suicidio

Varios son los testimonios que no cuadran en esta vigésimo segunda sesión del juicio del 11-M. El agente de la UCO Víctor, controlador de Rafa Zouhier, no aclaró por qué omitió al juez Del Olmo y a la comisión parlamentaria que Toro y Trashorras podían traficar con 150 kilos de explosivos. También es cada vez más inverosímil el testamento de uno de los muertos de Leganés, Abdennabi Kounjaa, tras la declaración de su hermano Abdelkader. Éste dijo además que recibió una llamada el 3 de abril de una persona que decía ser su hermano, pero que tuvo que identificarse porque no le reconocía. Por otra parte, los hermanos de "El Chino" afirmaron que éste no tenía ningún tipo de conocimiento en explosivos o electrónica. Uno de ellos ni siquiera reconoció su voz en el vídeo que reivindicaba la matanza.

Varios son los testimonios que no cuadran en esta vigésimo segunda sesión del juicio del 11-M. El agente de la UCO Víctor, controlador de Rafa Zouhier, no aclaró por qué omitió al juez Del Olmo y a la comisión parlamentaria que Toro y Trashorras podían traficar con 150 kilos de explosivos. También es cada vez más inverosímil el testamento de uno de los muertos de Leganés, Abdennabi Kounjaa, tras la declaración de su hermano Abdelkader. Éste dijo además que recibió una llamada el 3 de abril de una persona que decía ser su hermano, pero que tuvo que identificarse porque no le reconocía. Por otra parte, los hermanos de "El Chino" afirmaron que éste no tenía ningún tipo de conocimiento en explosivos o electrónica. Uno de ellos ni siquiera reconoció su voz en el vídeo que reivindicaba la matanza.
(Libertad Digital) Cada vez son más las sombras sobre una prueba que desde antes de que comenzara la vista estaba ya puesta en cuestión. Las piezas no encajaban, como demostró Libertad Digital, y este lunes otro testimonio sembró más dudas. Fue el hermano de Abdenabi Kounjaa, Abdelkader, el que declaró ante el tribunal que el supuesto suicida escribía en árabe y firmaba en árabe. No cuadra, por tanto, que el testamento que apareció en la Comisaría de Canillas y que es la principal prueba de cargo contra el acusado Saed el Harrak, esté redactado en árabe y firmado con caracteres latinos.
 
Según este testigo, el supuesto suicida le llamó el 3 de abril de 2004 para decirle que "iba a ver a Dios" porque estaba "rodeado por la policía" y "por helicópteros". Su interpretación fue que "si va a ver a Dios entonces va a morir".
 
El testigo indicó que intentó convencer a su hermano de que fuera a su casa para que hablaran tranquilamente y que le dijo que "no se atreviera a hacer eso". "No entiendo cómo ha llegado a esto", indicó y añadió que "todo el mundo le quería".
 
Tras el 11-M, Abdelkader Kounjaa explicó que "supe que estaba implicado porque lo vi por la tele". El mismo día que vio su imagen recibió la llamada de la Policía, que le pidió que se trasladara a Madrid. Según su testimonio, con algunas lagunas y cambios de fechas y horas, al poco de hablar con los agentes le llamó su hermano, aproximadamente a la hora de comer. El testigo describió que tras la llamada de despedida se dirigió junto a la Policía a los alrededores de esta calle y que se encontraba en el exterior de la vivienda cuando se produjo la explosión.
 
"Yo creo que otra gente está detrás, mi hermano no es capaz, ni siquiera puede levantar una gallina por encima del muslo", indicó Abdelkader, que explicó que Kounjaa conocía a otras tres de las personas que murieron en Leganés, con las que había trabajado, los hermanos Rachid y Mohamed Oulad Akcha y Rifaat Anouar. Sobre este último explicó que "antes se llamaba de otra manera".
 
La extraña conversación grabada a las 19.17 horas del 3 de abril de 2004, según se refleja en el sumario, es como sigue:
 
- Abdelkader KOUNJAA: Sí.
- Abdallah: Escúchame, soy Abdallah
- Abdelkader KOUNJAA: ¿Quién?
- Abdallah: Tu hermano Abdallah, Abdallah
- Abdelkader KOUNJAA: ¿Qué Abdallah?
- Abdallah: Tu hermano
- Abdelkader KOUNJAA: Sí
- Abdallah: Ahora me voy con Dios, voy a encontrarme con Dios
- Abdelkader KOUNJAA: Qué dices, tonto. Ven, ven aquí, ¡qué dices!
- Abdallah: Estamos rodeados en una casa y vamos a estallar con ellos
- Abdelkader KOUNJAA: ¡Qué vas a hacer! ¡Qué es esto!, ¡qué haces hermano!, ven te digo, si eres de verdad mi hermano, de mi madre y de mi padre, ven por favor, ven a mi casa, te lo ruego y te lo suplico, ven a mi casa.
- Abdallah: ¡Oye!, ¿has dado el dinero del señor ése?
- Abdelkader KOUNJAA: No, no le he dado nada
- Abdallah: Dale su dinero
- Abdelkader KOUNJAA: Oye, el teléfono éste está pinchado y la policía sabe dónde estás
- Abdallah: Ya, ya lo sé, aquí hay helicópteros que nos rodean
- Abdelkader KOUNJAA: ¿Dónde?
- Abdallah: En Zarzaquemada
- Abdelkader Kounjaa: ¡Escúchame!, ¡escúchame!

Luis del Pino descubrió que se trataba de un testamento poco habitual

Como ya hizo Libertad Digital cuando declaró en el juicio el procesado Saed el Harrak, el amigo de Kounjaa que negó que éste le hubiera entregado algún testamento, reproducimos a continuación los documentos publicados por Luis del Pino que demuestran que el supuesto testamento está escrito en árabe pero la firma figura con carácter latino.

Figura 1: La carta de Abdenabi Kounjaa

Figura 1: La carta de Abdenabi Kounjaa
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Luis del Pino explica que, para empezar, resulta peculiar el modo en que aparece esa carta. El día 10 de mayo de 2004 (un mes después de los sucesos de Leganés), la Policía detenía a una persona llamada Saed El Harrak y se incautaba de las pertenencias que dicha persona tenía depositadas en la empresa de encofrados en la que trabajaba. Y, casualmente, en el bolsillo lateral de una bolsa de viaje de esa persona aparece esta carta con (según nos dicen) las huellas dactilares y la firma de Abdenabi Kounjaa.
 
Sin embargo, hay algo raro en esa firma. Disponemos de otro documento firmado por Abdenabi Kounjaa (su permiso de residencia), que el lector puede ver en la Figura 2.
 

Figura 2: Ficha de Abdenabi Kounjaa

Figura 2: Ficha de Abdenabi Kounjaa
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Comparemos ambas firmas. Las figuras 3 y 4 muestran las correspondientes ampliaciones.
 

Figura 3: Firma de la ficha

Figura 3: Firma de la ficha

Figura 4: Firma de la carta

Figura 4: Firma de la carta

Según la Policía, ambas firmas (en las que se distingue el principio del apellido Kounjaa) corresponden a la misma mano. Que cada uno juzgue por sí mismo, pero mi impresión personal es que ambas firmas se parecen como un huevo a una castaña.
 
De todos modos, lo verdaderamente extraño no es que las dos firmas no sean completamente iguales. Lo verdaderamente extraño es justo que las firmas no sean completamente diferentes.
 
 
Puede leer además el enigma Visiones contradictorias.
 
 


UN HERMANO DE EL CHINO NO RECONOCE LA VOZ
 
También declararon dos hermanos de El Chino. Ambos aseguraron que su hermano no tenía conocimientos de explosivos, de móbiles ni de electrónica. Mustafá Ahmidan dijo que su hermano acudió al bar que regentaba junto a otra de las personas que murieron posteriormente en Leganés, Rachid Oulad Akcha, y después de que Mustafá preguntara a Jamal si "tenía alguna relación con los hechos" éste le dijo: "Sí, estoy en ellos". "Pidelé a Dios que no nos cojan vivos", añadió después Oulad Akcha.
 
El testigo reconoció a preguntas de la fiscal Olga Sánchez que no se refirió a esta confesión en su declaración ante el juez Juan del Olmo por "miedo" y añadió que no creyó a su hermano en aquel momento.
 
Mustafá agregó que reconoció la voz de su hermano en la cinta de reivindicación de la masacre depositada en una papelera cercana a la mezquita de la M-30. Explicó que la grabación le fue mostrada por la Policía y que el que hablaba era Jamal.  Sin embargo, otro de sus hermanos, Youssef, que compareció tras él, no reconoció la voz de El Chino en el visionado del vídeo. Youssef Ahmidan dijo en el juzgado que la voz del vídeo reivindicativo de Leganés era de su hermano. Reconoció entonces esta voz en "un 80 por ciento". Olga Sánchez pidió entonces que se exhibiera de nuevo el vídeo. Tras realizar una audición y a preguntas de la fiscal esta vez contestó "no, no lo tengo claro" que fuera la voz de su hermano.
 
Este testigo se retractó varias veces de lo declarado ante la fiscal en el Juzgado y negó que su familia estuviera preocupada por la posible participación de Jamal en los atentados. Youssef dijo que vio a Jamal dos días después de los atentados y que no le preguntó si tenía algo que ver con los atentados porque "no había sospechas de que los culpables fueran un grupo islamista". "Pensábamos que era ETA". La referencia al 11-M se produjo en otra visita, en la que ojeando un periódico en la que aparecían las primeras detenciones, El Chino dijo que eran "gentes inocentes y se los están llevando por la cara". Declaró conocer la participación de su hermano por "los medios de comunicación".
 

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