L D (EFE) Jugadores, técnicos y dirigentes fueron recibidos por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, en la Puerta del Sol, donde unos quinientos seguidores aclamaron a los campeones. Aguirre entregó en el patio de la sede del Gobierno regional, decorado con un gran panel en rojo en el que se podía leer "Enhorabuena campeones", insignias a los jugadores, al entrenador, Joan Plaza, a sus ayudantes, a los médicos, fisioterapeutas y utilleros, así como a los responsables de la sección Antonio Martín y Alberto Herreros.
Ramón Calderón recibía una placa y recordaba que, cuando ganó las elecciones del Real Madrid, visitó a Aguirre y prometió "volver con un título", aunque confiesa que no esperaba "que fuera tan pronto". Además, agradeció a la presidenta su "sensibilidad" con el equipo de baloncesto del Real Madrid, y dice que lleva "siempre en el corazón" la bandera de la Comunidad que luce el equipo en su camiseta. Asimismo, Calderón afirma que a Aguirre le "debe de saber muy bien" el triunfo del Madrid porque ella misma, "en la política", ha demostrado "lo que se hace con esfuerzo", virtud que, a su juicio, ha propiciado el éxito en la Copa ULEB.
Esperanza Aguirre, "fan incondicional" del Madrid
El presidente entregó a Aguirre una camiseta del equipo con su apellido a la espalda y el número 1, que Aguirre se enfundó inmediatamente y no se quitó ni para pronunciar su discurso, ni para asomarse al balcón con los jugadores, ni en el ágape posterior. La presidenta afirmó que el Madrid dio anoche "todo un ejemplo de lo que significa jugar bien" y dijo haber disfrutado "desde el tercer cuarto", en el que los jugadores "rompieron" el partido y supieron mantener la ventaja, y elogió la actuación del alero Charles Smith, "enorme como todos". Aguirre se declara "fan incondicional" del equipo blanco, al que felicitó por conseguir "el único que no tenía" en sus vitrinas. A continuación, desde el balcón, los jugadores, el presidente y el entrenador agradecieron a los aficionados su apoyo y prometieron hacer todo lo posible para "volver aquí pronto".
Con media hora de retraso, el séquito del Madrid llegó al Ayuntamiento de Madrid, donde esperaba el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, para saludar en la puerta a toda la comitiva. Los jugadores saludaron desde el balcón a los aproximadamente doscientos aficionados que les esperaban y, acto seguido, el alcalde obsequió a la plantilla, a los entrenadores y a los directivos con un placa como homenaje. El alcalde recibió una camiseta, sin su nombre impreso, firmada por los jugadores, y, sin ningún discurso a los asistentes, pasó a una sala contigua a compartir un aperitivo con los homenajeados.
"Celebración a lo grande"
Felipe Reyes declaraba que por la noche tuvieron una "celebración a lo grande" en el vestuario, y lamentó que llegaran a Madrid a las cinco de la madrugada y no pudieron celebrarlo en la capital, aunque adelantó que esta noche harán "algo". El ala pívot expresó su deseo de que la victoria les "dé fuerzas y mucha confianza" para el final de liga y señaló que el calor de la afición compensa por todo lo que han "sufrido". "Si no es por ellos no hubiésemos conseguido nada", añade.
Para el base Raúl López, el cariño de los seguidores es "la parte más bonita de ganar". "Ver mucha gente que nos sigue y que se pone igual o más contenta que nosotros lo hace especial", indicaba el base gerundense.