L D (EFE) En El Ejido, durante la primera parte hubo numerosas alternativas en el control del juego, pero sin que se vieran demasiadas ocasiones de gol. Una de las ocasiones más claras se produjo en el minuto tres, cuando el local Pedro Vega botó un córner y lanzó el balón a la portería de Notario, que despejó con apuros el sorpresivo lanzamiento. El Murcia siguió con su acoso al área rival, y el ex sevillista Aranda cabeceó demasiado alto un centro de Pignol y desperdició una gran ocasión para inaugurar el marcador.
En la segunda mitad llegaron los goles. En el minuto 58, Iván Alonso puso por delante en el marcador al Murcia. El delantero, en falta sacada por Gallardo, remató cerca del poste un centro por la izquierda, que ni el meta ni la defensa fueron capaces de despejar. El segundo tanto murciano fue de penalti. El colegiado pitó la pena máxima tras una entrada de Tena a Aranda cuando éste controló el balón en el área, y el mismo Aranda transformó el castigo con un lanzamiento pegado al poste derecho. A pesar de alguna ocasión para los locales, obra de Jonathan Rivera, el partido acabó con el cero a dos y con un Murcia que celebró que la primera está más cerca.
El Cádiz asegura la permanencia en la Segunda división de fútbol, mientras que Las Palmas se vuelve a meter en problemas por la parte baja de la clasificación. La intensa actividad y constantes alternativas de las acciones en las áreas derivó a un juego entretenido durante la primera mitad, que, sin embargo, no acogió ni un solo gol. Se adelantó bien pronto el Cádiz en un segundo tiempo que dominó de cabo a rabo, gracias a un golazo de Miguel García -tiró muy bien desde lejos-.
Jonathan Sesma, jugador canario que había saltado al terreno de juego a relevar a Lucas Lobos, también anotó de inmediato con disparo a distancia, y Acuña, quien consumó una perfecta acción individual de Pavoni, sentenciaron el resultado. Con el conjunto insular descompuesto, su oponente desperdició dos nítidas ocasiones, una de Medina y otra de Nano.
En Albacete, en la primera se vio con perfecta nitidez que la filosofía del técnico Quique Yagüe era la de arropar defensivamente a su equipo y esperar alguna oportunidad, algo que en este periodo no llegó a producirse. No fue así para los locales que a los 24 minutos desaprovecharon un penalti, bastante riguroso, sobre Calle, que el propio delantero madrileño se encargó de fallar con un lanzamiento muy flojo.
El partido salió loco en el segundo tiempo. A los tres minutos de la reanudación, Zahínos, que luego sería expulsado se aprovechó de una indecisión de Porato para rematar a placer, un gol en el que la fragilidad defensiva vitoriana quedó expuesta. Después llegaron las expulsiones y los goles del Alavés, el primero a los 62 minutos, obra de Arthuro y el segundo de Toni Moral tras un buen centro desde la derecha de Astudillo que Toni Moral remató con mucha clase.
Cuando todo parecía indicar que el partido terminaría con triunfo de los de Yagüe llegó el gol del empate de Biagini en tiempo de descuento tras un gran pase por arriba de Cámara. En definitiva, un empate que puede parecer justo, aunque a los vitorianos les sabrá amargo por el momento en el que llegó y muy dulce a los albaceteños, por idéntico motivo.
Por último, en Xerez, el equipo local fue quien más veces llegó al área rival durante la primera parte pero sus acciones no llevaron verdadero peligro debido al buen hacer de la defensa tinerfeña, que además, vio como su equipo se adelantó a la media hora de partido por medio de Raúl Sánchez que superó a Chema de lanzamiento ajustado tras jugada personal. Pero los pupilos de Pepe Murcia consiguieron rearmarse en ataque tras el gol, y en el minuto 38 Ismael lanzó ajustado a la escuadra izquierda del portero tinerfeño Bernardo y puso las tablas en el marcador, después de una gran combinación dentro del área con Camuñas.
Pero a renglón seguido, en el minuto 39, una cesión mal medida del xerecista Prieto a su portero Chema, acabó con el balón en los pies del atacante chicharrero Irione que marcó a puerta vacía el segundo gol para el Tenerife. Tras el descanso el Xerez salió al ataque en busca del gol del empate, pero pronto se demostró que la conexión entre la línea medular y la delantera no funcionó por lo que los lanzamientos lejanos al área tinerfeña, se convirtieron en una constante en los primeros minutos. Así, a pocos minutos para el final del encuentro, el Tenerife pudo aumentar incluso su ventaja de no ser por el buen quehacer del portero jerecista Chema.