(Libertad Digital) "Nuestra máxima para Cuba es clara: Sucesión, no; transición, sí". Ésta fue una de las primeras frases del presidente del Partido Popular al referirse a Cuba, para dejar bien claro cuál es la posición de su formación política respecto a La Habana.
Es, esencial, para los populares que "el pueblo cubano pueda expresarse con libertad, formar partidos políticos homologados internacionalmente y disfrutar de un entorno de derechos". En este sentido, Rajoy consideró que "el modelo chino o vietnamita a Cuba no es aceptable".
En su opinión, los cubanos deben obtener "un marco de legalidad" que les permita "decidir su destino de forma parecida a cómo pudimos hacerlo los españoles durante la Transición".
Dicho esto, Mariano Rajoy lamentó "la miopía del Gobierno de Rodríguez Zapatero y la falta de memoria sobre lo que fue la lucha por la democracia en los años finales de la dictadura de Franco", pues, a su parecer, "expresan unos síntomas de desorientación que inquietan a muchos socialistas, a la base de nuestra diplomacia y a nuestros propios aliados naturales".
La crítica del presidente popular está estrechamente relacionada con el viaje del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, a Cuba a principios del mes de marzo, y su negativa a entrevistarse con los disidentes.
El pasado lunes, la Casa Blanca, se decía "muy interesada" en conocer las razones por las cuales el jefe de la diplomacia no quiso entrevistarse con la comunidad democrática en la isla.
Rajoy, en concreto, hizo una mención especial al suceso y se preguntó por esa "nueva fase" que quería ignaugurar el Gobierno socialista con la dictadura, asegurando que lo que sí ha conseguido es "una herida con los demócratas cubanos".
El dirigente popular, también, citó y asumió el contenido del nuevo informe de la Fundación FAES, presidida por José María Aznar, titulado "América Latina: una agenda de libertad" en el que se asegura que la región se encuentra en una encrucijada. Los iberoamericanos deben elegir entre "el camino de la libertad o el de la servidumbre" afirmó, recogiendo la tesis del estudio.
Asimismo, Mariano Rajoy pidió que España recupere el papel de intermediario entre América Latina y la Unión Europea, así como entre Estados Unidos y los países iberoamericanos.
Por último, el líder popular advirtió que el "populismo" del siglo XXI "aspira a proyectarse fuera de sus fronteras". Es por ello, consideró, que el socialismo de Hugo Chávez ( aunque Rajoy no dio nombres), intenta "multiplicar sus lazos, además de con España, con el único dictador comunista que pervive en América y con dirigentes como Mugabe o Ahmadineyad.
El presidente popular en la calidad de alternativa de gobierno insistió que no va a tolerar que "España sea confundida como uno de los miembros de ese club de enemigos de la libertad" pese a que "el socialismo lo permita". Y avanzó que va a volver a "pedir un pacto de Estado sobre política Exterior" para velar por el liderazgo de España en el mundo.