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La declaración por videoconferencia durante dos horas de un preso en Bélgica no aporta nada relevante

El juicio se ha reanudado con la declaración, a través de videoconferencia, de Mourad Chabarou, amigo de "Mohamed El Egipcio". Está preso en Bélgica. Su declaración ha sido muy lenta por los problemas de traducción. Incluso Gómez Bermúdez tuvo que pedir a la intérprete que le repitiera una pregunta porque los procesados árabes se quejaron de que no había sido traducido correctamente. Su testimonio no ha aportado nada relevante al caso y se ha centrado en las conversaciones que mantuvo con el considerado en el sumario ideólogo de los atentados.

Garzón en la boda del comisario García Castaño
Las contradicciones de la fuente de Díez de Mera

El juicio se ha reanudado con la declaración, a través de videoconferencia, de Mourad Chabarou, amigo de "Mohamed El Egipcio". Está preso en Bélgica. Su declaración ha sido muy lenta por los problemas de traducción. Incluso Gómez Bermúdez tuvo que pedir a la intérprete que le repitiera una pregunta porque los procesados árabes se quejaron de que no había sido traducido correctamente. Su testimonio no ha aportado nada relevante al caso y se ha centrado en las conversaciones que mantuvo con el considerado en el sumario ideólogo de los atentados.Garzón en la boda del comisario García Castaño Las contradicciones de la fuente de Díez de Mera
(Libertad Digital) La testificación de Mourad Chabarou fue una de las más largas de entre los testigos aunque no se pueden sacar ni conclusiones ni novedades que ayuden a aclarar la autoría de la masacre. Explicó que su relación con Rabei Osman, "El Egipcio" no era muy estrecha y aclaró algunos aspectos de sus conversaciones telefónicas grabadas que son "sospechosas" para la Fiscalía. Dijo que nunca le dijo "El Egipcio" que "sus chicos" estaban detrás de la masacre.
 
Se usó una videoconferencia porque el testigo está encarcelado en Bélgica. En una de sus llamadas con "El Egipcio", explicó ante el tribunal, le dijo a su interlocutor la expresión "que Dios les recompense con el paraíso". Se refería a dos de los supuestos suicidas de Leganés a los que conocía. Empleó una fórmula, matizó, que cualquier musulmán utiliza para referirse a la muerte de una persona. En este punto el presidente del tribunal ordenó a la traductora que le repitiera la pregunta al testigo porque los acusados, desde la cabina de seguridad, le hicieron saber que la traducción no se ajustaba a lo dicho por Chabarou.
 
Luciendo la barba propia de un islamita, el testigo cumple condena de cinco años de cárcel en Bélgica tras su arresto el 8 de junio de 2004 por su relación con el Grupo Islámico Combatiente Marroquí. La fiscal Olga Sánchez considera que planeaba, con "El Egipcio", su suicidio en un atentado. 
 
El testigo reconoció ante el tribunal que también conoce a Fouad el Morabit, en el banquillo de los acusados. Explicó que en 2001, cuando salió la cárcel, "no tenía dinero" y fue a la mezquita de Estrecho. Allí conoció a Fouad, que le ayudó económicamente. Le está, dijo, "muy agradecido". Sobre los huidos Said Berraj y Mohamed Afalah reconoció que les alojó en su casa de Bélgica.
 
Posteriormente declaró el testigo Hatem Ghanouid, que admitió que conocía a Sarhane ben Abdelmajid, "El Tunecino", porque ambos tenían el mismo origen.

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