(Libertad Digital) Gustavo de Arístegui presentó una interpelación urgente del PP sobre el maltrato de Moratinos a los disidentes durante su último viaje a Cuba.
El diputado del PP calificó la visita del ministro de "verdadero esperpento de la política exterior" y consideró "lamentable y triste que hayamos sido confundidos de aliados, amigos y puente de la dictadura castrista y la UE". Tuvo que recordar Arístegui los "48 años de represión brutal contra el pueblo cubano" y que "hay cerca de 300 presos políticos, sin contar los numerosos que se dicen comunes y se les encarcela para castigar su disidencia", acusados de "predelincuentes", figura de un código penal "al más puro estilo nazi".
Arístegui tachó de "vergüenza" que "Pérez Roque tildase de mercenarios y terroristas a los disidentes" con el "silencio cómplice" de Moratinos que estaba presente en esa rueda de prensa conjunta. Esta política "complaciente, cálida, amigable y cobardona" con el régimen de Castro "ha debilitado nuestra posición, el peso de España en América Latina y Cuba", señaló Arístegui. Recordó que Moratinos adoptó "ese vergonzoso acuerdo por el que las embajadas no invitan a los disidentes en su día nacional, ahora las listas de invitados las dicta la dictadura castrista".
Exigió un cambio en esta política de "claudicación, laxitud y entreguismo". Arístegui criticó que se insultase y humillase "a los disidentes con su negativa a encontrarse con nada menos que dos Premios Sajarov del Parlamento Europeo, como Osvaldo Payá y las Damas de Blanco". El diputado del PP subrayó que "había que ver a los disidentes para promover la transición que ponen en cuestión desde el régimen", por lo que consideró que el ministro "no ha conseguido nada". "Se avecina una transición y España no va a jugar un papel y eso es una desgracia", añadió Arístegui que explicó que "la disidencia les rechaza" (al Gobierno), en EEUU no tienen influencia y "el régimen les desprecia y les toma por descontados".
"¿Usted cree que se puede hablar de derechos humanos sin hablar de presos políticos?, ¿cree que los presos políticos son mercenarios y terroristas como dijo Pérez Roque con su silencio cómplice?", preguntó Arístegui a Moratinos. El diputado del PP advirtió al ministro que no presuma de las últimas excarcelaciones de presos políticos (como hizo por la mañana en el Senado) porque habían cumplido ya su condena y destacó que "uno de ellos fue condenado a 17 años por el delito de propaganda oral enemiga, por criticar a la madre de Castro y cumplió toda su condena".
Después de recordar las últimas condenas en juicios secretos y sumarísimos, Arístegui se refirió a la situación en las cárceles cubanas, que alguna de ellas "lleva seis meses sin agua corriente y los presos sólo tienen derecho a una vaso de agua diario, eso es lo que tenía que criticar como gobierno democrático y no ser los cómplices del régimen".
Moratinos dice que "el pueblo de Cuba" no es su enémigo
La respuesta de Moratinos dejó claro al lado de quien está el Gobierno español. No pronunció ni una vez la palabra dictadura, sino que se refirió siempre a las autoridades o al gobierno cubano al que llegó a identificar en sus argumentos con "el pueblo cubano". Lo primero que lamentó Moratinos es que el PP utilice "la cuestión de cuba como arma arrojadiza contra el Gobierno".
El ministro dijo que "varió la política anterior por una sencilla razón, la política de confrontación había fracasado" porque "cortó de raíz cualquier margen de maniobra y de influencia en el devenir político y social de Cuba". Su viaje, dijo, fue "el último paso de una política iniciada por este gobierno hace más de tres años, lamento que no hayamos podido dar ese paso juntos, porque es lo que necesita el pueblo de Cuba en estos momentos, tras el fracaso de política de confrontación como el bloqueo".
Moratinos ensalzó el "clima de confianza con las autoridades cubanas que permite a España acompañar al pueblo cubano en su futuro, no es en Washington donde se tiene que decidir la transición es en Cuba y son los cubanos". Presentó como un "éxito sin precedentes" el acuerdo para establecer "un dialogo en derechos humanos" que es la "primera vez que se establece un mecanismo de estas características en el que se señala que ninguna cuestión queda excluida". Pese a que el régimen castrista ha dejado claro que no piensa hablar de los presos políticos, Moratinos dice que cumple con las exigencias de la UE.
Sobre los disidentes a los que excluyó de su agenda en su viaje dijo que éste tuvo el "efecto de otorgar a la oposición interna una visibilidad que no habían disfrutado porque coparon espacio en medios de comunicación de España y todo el mundo". Por si fuera poco, también dijo que su viaje sirvió de "acicate" para que el pasado 15 de abril se presentase el manifiesto "Unidad por la libertad" que aglutina a distintos grupos de disidentes.
Dijo que el PP está "equivocado en su estrategia de polarización entre el gobierno cubano y los disidentes" y que su objetivo es promover el "diálogo para seguir profundizando la democracia y los derechos humanos en Cuba" y "contribuir a crear las condiciones para que haya un espacio social de pluralidad". Moratinos llegó a elogiar el "traspaso de poderes –del dictador Fidel a su hermano Raúl– de forma pacifica tranquila y prudente, en contra de los que muchos pensaban". "El pueblo cubano que nunca ha sido ni será nuestro adversario político merece que le demos está oportunidad", concluyó.
En la réplica, Arístegui se negó a construir un "consenso sobre el insulto y la marginación de los disidentes" y aclaró a Moratinos que el PP no quiere "la confrontación" sino un "diálogo firme". "Queremos transición pacífica, esa palabra tabú en Cuba que usted no acaba de entender" le dijo Arístegui a Moratinos. También recordó que "la disidencia no tienen papel alguno" en Cuba por la represión de la dictadura y que Moratinos "ha contribuido a su marginación". Por eso se pregunto si cuando el ministro habla de Washington es que cree que los disidentes "son agentes de Washington" como dice el régimen. Para Arístegui, Moratinos "ha legitimado el inmovilismo" y criticó que esté favoreciendo "la sucesión" y no "la transición". Por último dijo que el objetivo del PP es que "la transición en Cuba sea una realidad, no la sucesión al dictador".
En la dúplica, un Moratinos visiblemente alterado, repitió los mismos argumentos. "El principal y fundamental es el respeto de la soberanía cubana, deje usted a los cubanos decidir que modelo desean porque puede ser el de China el de Vietnam", dijo el ministro. Reiteró que su objetivo es que "haya un verdadero diálogo en la sociedad entre las autoridades cubanas y los distintos sectores, disidentes o no". "Para conocer la realidad es necesaria la interlocución con las autoridades, ampliar los espacios de democracia y libertad". Moratinos dijo que "respeta" a los disidentes. "El mayor respeto a la disidencia es liberarles, no será suficiente, pero desde que aplicamos nuestra política, en los años que llevamos de gobierno hay mas de 152 liberaciones, eso son resultados y ese es el respeto que damos a los disidentes", dijo el ministro.