El todavía presidente del PSC desató la polémica la semana pasada al decir, primero, que el esfuerzo de reformar el Estatuto no valió la pena y, en segundo lugar, que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, le había traicionado cuando pacto a sus espaldas, con Artur Mas en La Moncloa, la reforma del texto estatutario.
Tras estas declaraciones se filtró la intención de Maragall de dejar la Presidencia de los socialistas catalanes antes del próximo congreso socialista, previsto para verano de 2008. Fuentes del partido ya se han apresurado a adelantar que, pese a los planes del ex presidente, no está previsto hacer cambios en su organigrama. Se plantea, si Maragall abandona el cargo, dejarlo vacante hasta el próximo cónclave socialista.
Ignorado por el partido
Tras la reunión de la Ejecutiva ha comparecido su portavoz, Miquel Iceta, que no ha querido referirse demasiado a Maragall. Sí que ha dicho que, a pesar de las polémicas declaraciones, el ex presidente catalán no siente "desafecto" hacia su partido. En la reunión, según la versión hecha pública, los socialistas renunciaron a criticar a Maragall para minimizar la polémica.
En la rueda de prensa, Iceta ha explicado que sólo se ha hablado de Maragall para reiterar la discrepancia con sus opiniones sobre el Estatuto. A preguntas de los periodistas dijo desconocer "las razones de su cambio significativo de opinión" sobre este asunto.
Iceta ha subrayado que la Presidencia del PSC "no está a debate" ya que Maragall no ha comunicado su intención de dejar el cargo de presidente, y ha remarcado que "muy probablemente" el congreso del PSC no se adelantará aunque Maragall presente su renuncia.