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Miles de personas se concentran en Tel-Aviv para pedir la dimisión de Olmert

Ehud Olmert, primer ministro de Israel, se enfrenta a la enésima crisis, pero, esta vez, no es sólo de carácter político sino también popular. Unas 200.000 personas, de todos los colores políticos, se han concentrado este jueves en Tel-Aviv para reclamar la dimisión del líder del Kadima. El informe de la Comisión Winograd sobre la gestión de la Guerra del Líbano, en el que se responsabiliza directa y personalmente a Olmert de errores muy graves, deja en contra las cuerdas a un gobierno débil desde su origen, tocado, además, por otros escándalos

Ehud Olmert, primer ministro de Israel, se enfrenta a la enésima crisis, pero, esta vez, no es sólo de carácter político sino también popular. Unas 200.000 personas, de todos los colores políticos, se han concentrado este jueves en Tel-Aviv para reclamar la dimisión del líder del Kadima. El informe de la Comisión Winograd sobre la gestión de la Guerra del Líbano, en el que se responsabiliza directa y personalmente a Olmert de errores muy graves, deja en contra las cuerdas a un gobierno débil desde su origen, tocado, además, por otros escándalos
L D (EFE) Unas 200.000 personas –según datos ofrecidos por la televisión pública– se concentraron, este jueves, en la plaza Rabín de Tel-Aviv para pedir la dimisión del primer ministro israelí, Ehud Olmert, a raíz de un informe oficial en el que se le responsabiliza directamente de los errores estratégicos cometidos en la guerra del pasado verano.
 
Tanto grupos de izquierda como de derecha, así como organizaciones de la sociedad civil y combatientes en la reserva, participan en esta protesta, en la que, por decisión de los organizadores, no tomará la palabra ningún político.
 
"Bienvenidos a la última manifestación de Ehud Olmert como primer ministro". Éste era el lema con el que los organizadores abrieron la protesta en la que esperaban que participaran unas 400.000 personas.
 
Mientras tanto, en el Parlamento israelí (Kneset) se celebró un debate sobre las primeras conclusiones del informe Winograd, especialmente duras con el gobierno actual, en general, y el primer ministro en particular. Durante la sesión, Netanyahu aprovechó su intervención en el Kneset para reclamar de forma velada  elecciones anticipadas. "Hay que volver al pueblo" dijo, porque "no hay un liderazgo responsable y sensato".
 
No en vano, todas las encuestas indican que el líder del Likud ganaría esos comicios anticipados.
 
Críticas contra el ministro Peretz
 
Entre los asistentes a la manifestación se encontraba el diputado laborista y ex ministro Ofir Pines, quien también pidió -en declaraciones a EFE- la dimisión de su correligionario el ministro de Defensa, Amir Peretz, debido a las conclusiones del citado informe. "Peretz tiene que asumir responsabilidades y no se puede quedar en el Gobierno", subrayó.
 
Pines precisó que esta opinión no es sólo personal, sino también de partido. En suma, consideró que la formación laborista debe abandonar el Ejecutivo dirigido por Olmert. "El día 13 de mayo el Partido Laborista se reunirá para decidir su permanencia en el Gobierno", agregó Pines, quien abandonó el Ejecutivo tras la entrada en la coalición gubernamental de la formación de derecha ultranacionalista "Israel es Nuestro Hogar".
 
"Elecciones ahora" o "Fracasados a casa" rezaban alguna de las pancartas, mientras los asistentes coreaban "¡Olmert, vete ya!".

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