L D (EFE) Mohamad Ali Huseini, portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, ha informado que el régimen de Mahmud Ahmadineyad autorizó que una delegación de alto nivel entable negociaciones con representantes de EEUU para impulsar el restablecimiento de la seguridad en Irak.
La declaración iraní se produce mientras que el vicepresidente de EEUU, Dick Cheney, realiza una gira por algunos aliados árabes de Washington -Emiratos, Arabia Saudí, Egipto y Jordania- en busca de apoyo para conseguir la reconciliación nacional y restablecer la seguridad en Irak. Asimismo, el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, viajó este domingo a Abú-Dhabi para una visita histórica, la primera de un jefe de Gobierno iraní a Emiratos en más de tres décadas. Antes de partir expresó su empeño en fortalecer las relaciones con los países árabes y del golfo Pérsico.
En declaraciones a la agencia de noticias IRNA, Huseini anunció que "Irán ha aceptado conversar con EEUU sobre cuestiones relacionadas con Irak para apoyar al Gobierno del primer ministro iraquí (el chií) Nuri al Maliki, restablecer la seguridad en ese país y aliviar el sufrimiento de su pueblo".
Asimismo, señaló que Teherán "está interesado a nivel oficial en estas negociaciones", que señaló que tendrán lugar en Irak, y dijo que durante esta misma semana "serán acordados la fecha y el nivel de representación iraní". Explicó que la decisión iraní fue tomada "tras consultas con las autoridades iraquíes".
De concretarse las negociaciones, sería el primer diálogo directo entre representantes de ambos países después del fugaz encuentro que en la ciudad egipcia de Sharm el Sheik mantuvieron la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, y su homólogo Manucher Mottaki. Sin embargo, las distancias que separan las posturas de Teherán y Washington no permitieron que se profundizaran las negociaciones.
La República Islámica, que tiene una especial influencia sobre la mayoritaria comunidad chií iraquí, exige que las "fuerzas extranjeras" abandonen Irak, y responsabiliza a éstas del conflicto sectario entre los suníes y chiíes en ese país. Por su parte, Washington acusa a Irán de apoyar a los grupos terroristas chiíes y de suministrar armas a organizaciones criminales suníes que constantemente atacan a las tropas estadounidenses.