LD (Agencias) El servicio de prensa de las Fuerzas de Seguridad Nacional palestinas han confirmado que ocho de sus miembros que realizaban tareas de vigilancia cerca del paso de Karni, que une Israel con la franja de Gaza, han muerto al ser atacado su vehículo con un misil disparado por miembros del grupo terrorista Hamas.
Fuentes del hospital Al-Aqsa, ubicado en el centro de la franja, confirmó que en el ataque dieciocho personas también han resultado heridas, varias de ellas de gravedad. Los más graves fueron trasladados al hospital Shifa, el mayor de la ciudad de Gaza.
Este martes es el tercer día de intensa violencia entre facciones y pone en evidencia la fragilidad de nuevo Gobierno de Unidad Nacional, constituido el pasado mes de marzo. En las últimas 72 horas se han registrado al menos 20 muertos y unos 35 heridos.
En medio del incidente de Karni, las tropas israelies encargadas de vigilar el paso fronterizo abrieron fuego contra dos hombres armados, explicó el Ejército de Israel, según recoge Associated Press y publica The Jerusalem Post en su edición on line. Fuentes oficiales palestinas han confirmado la muerte de uno de ellos y le han identificado como un miembro de la Guardia Presidencial de Abu Mazen, quien aparentemente iba a tratar de proteger a sus compañeros de los ataque de Hamas.
Horas después del enfrentamiento en la Franja de Gaza, la violencia entre facciones seguía en Gaza Ciudad que había amanecido con el sonido de los disparos. Otro oficial de seguridad moría, según Associated Press en la noticia de The Jerusalem Post, fue asesinado en otro fuego cruzado con los hombres de Haniyed. En otro enfrentamiento murió una tercera persona que aún no ha sido identificada como miembro de ninguna facción.
Israel en silencio, Haniyed defiende las armas
Esta escalada de violencia dos meses después de la formación del en teoría histórico y pro pacifista Gobierno de Unidad Nacional pone de relieve la fragilidad de la situación. Los morteros siguen lanzándose en el territorio fronterizo entre Israel y Gaza y aunque las Fuerzas Armadas hebreas consideran que se trata de una parte de los enfrentamientos entre las facciones, nadie olvida que la lluvia de "rokets" o misiles empezó meses atrás.
Asimismo, el Ejército de Israel permanece en la retaguardia, tomando una postura más pasiva que activa, aunque sigue abierto el debate sobre una operación de largo alcance en Gaza.
Pese a que Palestina se parece cada día más a una olla de presión a punto de estallar, su primer ministro, Ismail Haniyeh de Hamas, volvió a dar muestras de su retórica incendiaria y ha alentado la utilización de las armas en pro de la "ocupación". Quizás su fundamentalismo irracional le impida ver que la principal víctima de este conflicto es el pueblo palestino.
"Hemos dicho que vamos a dar una oportunidad a la política, pero no vamos a dejar las armas hasta que la ocupación abandone nuestras tierras y prevalezca la justicia, la seguridad y la paz", aseguró. Dicho esto, pidió que los palestinos "trabajen conjuntamente para proteger nuestro Gobierno de Unidad Nacional y que sea un éxito".