(Libertad Digital) Jorge Moragas recordó en la sesión de control al Gobierno el silencio cómplice de Moratinos cuando el ministro castrista de Exteriores, Pérez Roque, calificaba en una rueda de prensa conjunta de terroristas a los presos políticos cubanos.
El secretario de Exteriores del PP exigió a Moratinos que diga públicamente ente la opinión pública internacional "que si que hay presos políticas y de conciencia en Cuba y exija su liberación" y que, así, "despeje las dudas que genera este Gobierno cada vez que hay que distinguir entre dictadura y democracia, entre represión y libertad".
Moratinos, aun calmado en su primera intervención, respondió que el objetivo de la pregunta era "poner obstáculos y obstruir una nueva política de este gobierno con Cuba". El ministro, sobre los presos políticos, dijo que no tenía "la menor dudad de señalarlo ante la cámara" y lo que hecho en Cuba "en todas las ocasiones la defensa de los presos políticos". La "diferencia", dijo Moratinos es que "con la política del Gobierno salen presos a la calle y con la suya –la del PP– ninguno".
En su réplica, Moragas dijo que Moratinos "se ha creído que Pérez Roque puede ser Adolfo Suárez y como mucho Arias Navarro", esa triste figura del tardo franquismo. Moragas constató que el Gobierno "negocia con dictadores y con terroristas y traiciona a los demócratas cubanos igual que lo hace con los demócratas que están en el País Vasco, porque para ustedes la libertad es negociable", y es que, para Moragas "los principios de este Gobierno están en un cofre en el fondo del mar".
Fue después de estas palabras de Moragas cuando vimos a un ministro de Exteriores fuera de sí. Moratinos, casi gritando, le dijo a Moragas que iba "a aceptar que ponga en duda" los "principios democráticos" del PSOE. "Usted está utilizando como arma arrojadiza la defensa de la vida, de los presos políticos", dijo crispado Moratinos, que añadió que "los opositores que salieron a la calle fue gracias a este gobierno, no como usted que fue a Cuba con una mochila solo para ser expulsado y no para defender la política y los intereses de España en cuba", en referencia a un intento de viaje a Cuba de Jorge Moragas para reunirse con los disidentes, que Moratinos marginó en su visita, y que la dictadura le impidió la entrada en el país.