LD (EFE) Al concluir el plazo oficial para la presentación de candidaturas al liderazgo del Partido Laborista británico, el diputado John McDonnell aceptó que no pudo reunir las 45 firmas necesarias de apoyo para disputar el cargo de primer ministro del Reino Unido al actual titular de Hacienda, Gordon Brown. Ante la falta de una votación interna para elegir al nuevo líder laborista y próximo primer ministro, los liberales demócratas abogaron por que se adelanten las elecciones generales, previstas para 2009 o 2010. Incluso, el diario británico The Independent se preguntaba por qué si Brown ya se ha asegurado el cargo de líder del laborismo británico, es necesario que el país tenga que esperar otras seis semanas hasta contar con un nuevo primer ministro.
Brown logró recabar las firmas de 313 de los 353 diputados laboristas con capacidad de voto. El miércoles pasado, McDonnell reconoció que era "matemáticamente imposible" que pudiese cumplir con ese requisito aunque lanzó un llamamiento a sus colegas a fin de propiciar una elección interna. El diputado se convirtió la semana pasada en el único rival del ministro después de que se retirara de la carrera de sucesión el ex secretario de Estado Michael Meacher.
Al no tener oposición, Brown tendrá que participar, no obstante, en una serie de actos de campaña en todo el Reino Unido, será proclamado líder del Partido Laborista sin necesidad de votación previa.
Gordon Brown será nombrado oficialmente sucesor de Blair en un congreso extraordinario que se celebrará el próximo 24 de junio en Manchester (norte inglés). Allí se anunciará el nombre del "número dos" de la formación, que no implica la designación automática como viceprimer ministro.