L D (Agencias) El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha incidido en su mensaje de que la economía española está alcanzando cotas históricas. Si ha definido 2006 en varias ocasiones como “el mejor año de la democracia” desde el punto de vista económico, este martes ha sido, ante los más de mil delegados de 36 países que participan en Sevilla en el Congreso de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), todavía más optimista: 2007 concluirá con un crecimiento "claramente superior" al 3,5 por ciento del PIB, ese crecimiento será más equilibrado y la legislatura acabará con más de tres millones de nuevos empleos.
Zapatero se pronunció ante los sindicatos europeos diciendo que "España es hoy un país de éxito. España es hoy un país con futuro. España está hoy en la vanguardia de las conquistas sociales. España es hoy un ejemplo de lo que se puede conseguir cuando se integra ambición colectiva, cooperación institucional y diálogo social". Es más, España cuenta con "un modelo que funciona" que se inserta plenamente en el modelo social que el Gobierno quiere para Europa y que es el que defienden los sindicatos y el que recoge el Tratado Constitucional de la UE.
En "esta historia de éxito", el jefe del Ejecutivo reconoció el "papel estelar" de los sindicatos y del diálogo social, que, dijo, desmiente "los prejuicios ideológicos conservadores" al demostrar que "es posible crecer y ser más justo".
España, modelo para Europa
Zapatero ha ido más lejos, e incluso ha puesto a España como el modelo que debe seguir Europa “para superar el bloqueo" en el que se encuentra. Precisamente frente a quienes han llegado a discutir la vigencia del modelo social europeo, ha ratificado la apuesta del Gobierno español por valores como el Estado de Bienestar y la negociación entre grupos sociales como la "seña de identidad de nuestra cultura política común". A su juicio, es necesario reivindicar la eficacia de ese modelo, si bien añade que "más allá de sus resultados económicos, prefigura una concepción progresista de la sociedad".
Zapatero defendió esos “principios” tanto para Europa como para España y, en este último caso, recordó las leyes de igualdad y dependencia, los 40.000 millones de euros del Fondo de reserva de la Seguridad Social y la creación de empleo –en los últimos tres años, en torno al 40 por ciento del empleo nuevo de la UE–. El objetivo, según el presidente español, es situar este año la tasa de desempleo femenino por debajo del 10 por ciento y lograr que la tasa de paro juvenil se sitúe por debajo de la media europea. "El horizonte español está hoy despejado", ha continuado Zapatero, antes de decir que las previsiones económicas españolas son "continuamente modificadas al alza" por organismos como el FMI o la Comisión Europea.
Zapatero ha vuelto a insistir en el papel de los sindicatos y asegura que "España no sería ni siquiera parecida a lo que es hoy" sin el trabajo realizado por las organizaciones obreras desde la segunda mitad del siglo XIX, y no cree que se diera la actual "fase de bonanza económica" sin la labor desarrollada por UGT y CCOO. Tras estimar que el diálogo social ha sido "una de las bases más firmes y persistentes del modelo social de convivencia" iniciado en la transición española, ha agradecido la labor de Cándido Méndez y de José María Fidalgo, al frente de los dos sindicatos.
Elogio de Cándido Méndez a Zapatero
Méndez, presidente del CES, definió al jefe del Ejecutivo ante los sindicatos europeos como un político joven "con profundas convicciones democráticas, de talante progresista, abierto y dialogante" y "de capacidad para afrontar procesos difíciles y complejos", como lo demostró, a su juicio, con su iniciativa para "alcanzar la paz y erradicar la violencia terrorista". Méndez se mostró convencido de que esta legislatura se recordará "por la profundidad de los cambios sociales" alcanzados.