(Libertad Digital – Víctor Gago) El presidente de COPE ha clausurado en la parroquia de La Concepción (Madrid) el curso 2006-2007 del Foro Juan Pablo II, que inauguró el cardenal arzobispo de Madrid, Monseñor Antonio Rouco.
Alfonso Coronel de Palma resumió las críticas que recibe a diario –"desde que soy presidente de COPE, nadie me llama para felicitarnos por lo que hacemos bien, todo son quejas", aceptó con ironía– y se centró en las que se refieren al "tono" de los programas de mayor audiencia.
"Nos llaman terroristas verbales, nos dicen que crispamos, pero nunca se preguntan quién es esa parte de la sociedad española que grita porque se siente agredida, nunca se habla del que provoca sus gritos", explicó el presidente de COPE, un canal de radio al que definió como "altavoz" de un sector de la población española en un momento en el que "lo que está en juego es nada menos que la libertad", dijo ante una audiencia de más de 200 personas.
Coronel de Palma cuestionó que algunas de esas críticas estén guiadas por la fidelidad al ideario cristiano, como presumen. "Hablan de que una radio católica no puede decir esas cosas, pero a muchos de ellos nunca les he visto pisar una iglesia", comentó.
"Dicen que atacamos la dignidad de las personas. ¿Nosotros? Tiene gracia, cuando muchas de esas críticas provienen de diarios que publican páginas enteras de anuncios de prostitución, o de televisiones que tienen los programas que tienen sobre la vida privada de los famosos", dijo el presidente de COPE.
"Dicen, también, que no tenemos respeto ni caridad. Y yo me pregunto. ¿Caridad para con quien? Desde luego, nuestro principal deber de caridad es para con nuestros oyentes. Y después, está la caridad de la verdad. En ambos casos, nuestros programas no hacen concesiones y cumplen estrictamente con el deber de caridad".
"¿No será que molestamos al poder?", se preguntó Alfonso Coronel de Palma, que defendió el modelo de "una COPE independiente, profesional, comprometida con la libertad y la verdad".
El presidente de la segunda cadena de radio del país imaginó a su compañía como una "Caperucita rodeada de lobos", refiriéndose a los grandes grupos de comunicación del país. "COPE es un caso atípico en la comunicación social europea, el de una empresa que, siendo independiente y sin tener un afán de lucro, se ha consolidado como la segunda cadena de radio del país", indicó.
El canal es hoy "una garantía de libertad y pluralismo" en el mercado de la comunicación y, por ello, Alfonso Coronel demandó a los Gobiernos autonómicos un reparto de concesiones de radio y televisión "basado en criterios de profesionalismo y libertad. Ésa es la única política de comunicación que debe tener un gobierno democrático", señaló Coronel de Palma, quien acotó, además, el papel de un medio de comunicación en una sociedad libre: "COPE no quiere ejercer el poder, quiere servir a la verdad", dijo.