L D (EFE) Según las primeras informaciones, el líder terrorista resultó muerto por los disparos de las tropas libanesas, y junto a él también perdieron la vida cuatro de sus guardaespaldas. Las fuerzas libanesas han reanudado durante la mañana de este domingo el bombardeo contra el campo de refugiados de Nahar al-Bared, donde siguen atrincherados los terroristas de Fatah al-Islam.
Al igual que en las ocasiones precedentes, la calma que reinó durante la noche se ha transformado en una nube de humo que envuelve al campamento nada más amanecer. Dentro de los nuevos avances que ha anunciado el Ejército está la reapertura de la carretera del norte del campamento, que pese a todo, sigue bajo un gran control militar.
Al igual que en las ocasiones precedentes, la calma que reinó durante la noche se ha transformado en una nube de humo que envuelve al campamento nada más amanecer. Dentro de los nuevos avances que ha anunciado el Ejército está la reapertura de la carretera del norte del campamento, que pese a todo, sigue bajo un gran control militar.
A diferencia de los dos días anteriores de ofensiva, cuando los disparos del Ejército se dirigieron contra zonas próximas a las entradas del campamento, los ataques de este domingo se dirigían directamente a posiciones de los islamistas en el interior el campamento. Sin embargo, no es posible saber exactamente la profundidad del avance del Ejército, ya que no se ha permitido la presencia de periodistas en la zona.
Este sábado el Ejército libanés lanzó una ofensiva aérea, la primera desde que comenzaran los enfrentamientos hace dos semanas. Cuatro soldados murieron y otros 10 sufrieron heridas en estos combates. Con estas víctimas, son ya 38 los soldados libaneses fallecidos. Además, al menos unos 60 terroristas habrían muerto en el interior del campamento, aunque es difícil establecer un balance claro, debido a que las organizaciones y equipos de ayuda no pueden entrar en el campamento, en el que vivían unos 35.000 refugiados palestinos.