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EL PP PIDE "HECHOS" Y ZP LE OFRECE A DE JUANA, por Víctor Gago

LD ( Víctor Gago) El presidente ha emprendido a toda prisa el borrado de las huellas de su negociación con ETA. No desea que el primer atentado le sorprenda con el paso cambiado de la estrategia de apaciguamiento.
 
Tras una primera comparecencia aturdida y ambigua, el tono ha cambiado este miércoles en el Senado y se ha adoptado la primera medida: De Juana regresa a la cárcel.
 
Lo siguiente será utilizar la reunión con Rajoy para intentar demostrar que desea la unidad con el PP frente a ETA y lo demuestra con hechos.
 
El presidente va modulando por minutos su respuesta al anuncio de ETA de que volverá a matar. Las veinticuatro horas siguientes al comunicado de la banda terrorista describen un cambio palpable de lenguaje y gestos.
 
Del léxico del apaciguamiento, se ha pasado al de la firmeza, en menos que canta un gallo.
 
Como si nunca hubiese existido la negociación; las 25 reuniones entre PSOE y Batasuna-ETA, de 2001 a 2004, de las que habló Gara; el adelanto de las actas de las reuniones que la banda terrorista ha empezado a filtrar; los elogios a Otegi y De Juana como interlocutores "de paz"; el chivatazo a la trama de extorsión de ETA; la legalización de las listas de Batasuna-ETA, que le permitirán controlar más de 200 millones de euros al año en presupuestos municipales para financiar asesinatos y secuestros,...
 
Como si nada de esto hubiese ocurrido, el presidente del Gobierno ha emprendido rápidamente una nueva estrategia de borrado de las huellas de los últimos tres años de contactos y pagos políticos a la banda terrorista.
 
El instinto de supervivencia de Rodríguez Zapatero es uno de los más desarrollados de los de su especie, y sin duda, ha comprendido que necesita adelantarse al primer atentado de ETA con un nuevo lenguaje de firmeza y tomando la iniciativa.
 
Tras una primera comparecencia aturdida y diletante, de la que volvió a brotar el lenguaje ambivalente de siempre –que si ETA "ha vuelto a equivocarse", que si "los vascos decidirán por sí mismos", que si "seguiré buscando la paz",...–, este miércoles, en el Senado, Zapatero ha dado un giro ostensible a su retórica:
 
"La misma firmeza y determinación que he tenido para la paz, la voy a tener para combatir las amenazas de ETA", ha anunciado, cuando Pío García Escudero, portavoz del Grupo Popular, le pidió hechos y no palabras, como hasta ahora.
 
¿Será por hechos? Nada puede complacer más a Zapatero. En estos momentos, no desea otra cosa que demostrarlos, exhibirlos, regodearse en los hechos. Si el PP quiere "hechos", los va a tener hasta hartarse, en particular, de aquí a la reunión del próximo lunes 11 de junio de Zapatero y Rajoy, en La Moncloa.
 
Lo que el PP y algunos editorialistas, como el de El Mundo, llaman "hechos", son un potente blanqueador para Zapatero, un abrasivo más o menos instantáneo contra las huellas de sus errores y engaños.
 
El presidente se propone dejar a Rajoy sin excusas para no apoyarle, y a la Opinión Pública, regalarle el teatrillo de que actúa contra ETA y se adelanta con medidas concretas a su primer zarpazo.
 
De ahí, que haya ordenado que De Juana regrese a la cárcel, o que desde el Gobierno se advierta a ANV-Batasuna-ETA con devolverles a la clandestinidad.
 
Y sus ministros más cínicos, Rubalcaba y Bermejo, son los más indicados para cambiar de lenguaje sin inmutarse.
 
Donde dijeron que ANV no es Batasuna-ETA, ahora toca decir que van a "vigilarles atentamente".
 
Donde dijeron que De Juana convalecería tan ricamente en su casa, ahora toca exhibirlo esposado, en un coche celular y blindado, de regreso a la prisión.
 
 "A tiempos cambiantes, soluciones diferentes". El ministro de Justicia lo ha resumido con el desparpajo amoral y la concisión cínica que le distinguen como arquetipo de gobernante socialista.
 
El Gobierno está dispuesto a atiborrar de "hechos" como éstos el apetito de contricción del PP y de alguna Prensa que sigue pensando que Zapatero, simplemente, "sufrió, sin duda, un espejismo", que ha actuado guiado por "la ingenuidad y el voluntarismo", y que "no es un malvado o un traidor", argumentos de fe, contrarios a la tozuda cadena de evidencias, que sirven a El Mundo para recomendar al presidente que bastaría con unos cuantos hechos para que el PP no tenga excusa para no arrojar pelillos a la mar de lo que ha sido la estrategia de fondo del llamado "proceso de paz": arrojar al PP al mar y repartirse la isla con ETA y los nacionalismos.
 
Dicho y hecho. Los ministros más desvergonzados se han lanzado en tromba a chulear a ETA y Zapatero se ha presentado como un hombre nuevo en el Senado, este miércoles.
 
"Lo relevante en este momento", le ha dicho Zapatero a su sparring del PP en el Senado, "es que todo el mundo pueda estar a la altura de las circunstancias. No voy a pedir a nadie que rectifique, sino que camine en la dirección que quiere la mayoría de los españoles: combatir el terrorismo y caminar en la dirección del fin de la violencia terrorista".
 
Por primera vez, ha hablado incluso de "libertad", cuando, hasta ahora, todo era un "deseo de paz infinito".
 
"Lo que menos me importa son los partidos, lo que más me importa son los españoles, su seguridad, su libertad y la paz de todos", ha dicho el presidente en el Senado, impasible el ademán.
 
Las nuevas coordenadas para escapar de ésta ya están marcadas: chantaje emocional y presión en todo el campo al PP con la retórica de la "unidad de los demócratas", y aspavientos con ETA para que la primera víctima tras la amenaza terrorista de este martes no lo coja hablando de paz y de diálogo, sino aparentando una iniciativa que no tiene frente a los terroristas.
 
No sabe dónde se esconden, ni de qué armas disponen, ni qué es lo que traman, como quedó en trágica evidencia el pasado 30 de diciembre con el atentado contra el aeropuerto de Madrid-Barajas, por eso es más apremiante que nunca para Zapatero hacer como que hace, demostrar que demuestra y borrar lo imborrable.
 
El PP le ha pedido hechos, y él parece encantado de interpretar un repertorio completo.
 
Igual cuela y todo, si Mariano Rajoy tiene el próximo lunes uno de sus días azules.

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