LD (EFE) De último minuto, los 47 países miembros del Consejo de Derechos Humanos (CDH) han adoptado en Ginebra un acuerdo sobre las reglas de funcionamiento de ese nuevo órgano dependiente de las Naciones Unidas. El borrador, presentado por el presidente en turno, el embajador mexicano Luis Alfonso de Alba, tuvo que sortear durante toda la jornada de negociaciones los bloqueos de China, primero, y Canadá, después.
De Alba, que la medianoche de este lunes concluía su mandato de un año, dijo: "les pido que acepten este acuerdo sobre un texto final que incluye la totalidad de los arreglos institucionales". A continuación pidió respaldar, por aclamación, el código de conducta a aplicar a los relatores o expertos independientes de Naciones Unidas encargados de examinar la situación de los derechos humanos en el mundo.
Tras la adopción sin voto de ese código, Alba señaló que los documentos sobre todos esos asuntos se distribuirán este mismo martes y señaló que la próxima reunión del CDH al respecto será este 19 de junio. En ella, las delegaciones deberán pronunciarse. Ninguna delegación pidió el turno de palabra, ya que los servicios de traducción e interpretación de Naciones Unidas quedaban interrumpidos después de la medianoche.
Bielorrusia y Cuba fuera
Las nuevas reglas de funcionamiento de la CDH suponen la eliminación de los relatores especiales de la ONU para Cuba y Bielorrusia, designados en 2002 y 2004. El Consejo mantendrá a nueve países, entre ellos Corea del Norte, Camboya y Sudán, en la lista de naciones que necesitan una vigilancia especial. La situación en los territorios palestinos también continuará siendo objeto de constantes observaciones especiales.
Desde el domingo, el diplomático mexicano empezó a negociar el "documento-síntesis" sobre el funcionamiento de la CDH. El objetivo central es reforzar el sistema de vigilancia sobre el cumplimiento de los derechos humanos en el mundo. Para ello, habría que adoptar las modalidades de funcionamiento del mecanismo del examen periódico universal y los procedimientos especiales del Consejo, es decir, el nuevo órgano consultivo de expertos y sus mecanismos para examinar las quejas sobre la situación de los derechos humanos.
La objeción china
En el documento del presidente del Consejo se incluye la realización de un examen periódico universal que afectará a todos los estados, incluidos los que forman parte del Consejo de Seguridad de la ONU (EEUU, Francia, Reino Unido, Rusia y China). Pero, Pekín bloqueó la iniciativa por considerar que cualquier futura decisión para nombrar relatores que investiguen las eventuales alegaciones de violación de los derechos humanos, deberían de ser adoptadas por dos tercios del CDH en lugar de por mayoría simple.