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Primer consenso: "Va a ser una negociación muy dura"

Los líderes de la Unión Europea (UE) iniciaron la cumbre para negociar el alcance de la reforma de la fallida Constitución. De momento, en lo que sí hay acuerdo es en que "va a ser una negociación muy dura" como anticiparon varios de los líderes antes de empezar.

L D (EFE) La canciller alemana, Ángela Merkel, llegó la primera a la sede del Consejo en su calidad de presidenta de turno y anunció que esta noche pedirá que los jefes de Estado y Gobierno de los 27 digan "en qué punto hay acuerdo y en qué no lo hay".

En ese momento, cada uno "podrá exponer sus puntos de vista" para ver "qué compromiso podemos alcanzar", añadió Merkel, quien dejó claro que "todos los países serán tomados en serio", en lo que constituye un mensaje a Polonia, la cual se ha quejado de que la presidencia alemana ha ignorado su reivindicación de revisar el mecanismo de voto en la UE.

El presidente polaco, Lech Kaczynski, no hizo declaraciones, al contrario que el primer ministro británico, Tony Blair, quien vaticinó una negociación difícil. "Esta puede ser una negociación muy dura. Hemos fijado cuatro áreas en las que queremos cambios significativos y queremos ver esos cambios. Debe hacerse", afirmó Blair, cuyo Gobierno ha endurecido su postura en los últimos días.

Londres se opone a que la Carta de Derechos Fundamentales de la UE sea legalmente vinculante para los Estados miembros y a que se refuerce la política exterior común europea, porque considera que es un debilitamiento de su propia influencia en el mundo.

El Gobierno británico tampoco aceptará en el nuevo texto una cesión en las competencias para controlar el derecho consuetudinario, así como el sistema judicial y policial, y es contrario a que se vote por mayoría cualificada cualquier cuestión que pueda tener influencia en el sistema británico de impuestos y beneficios sociales. "Todos somos conscientes de los problemas británicos y vamos a intentar solucionarlos", dijo el primer ministro danés, Anders Fogh Rasmussen.

En el lado de los países que no quieren más cambios al tratado, el primer ministro italiano, Romano Prodi, afirmó hoy que la propuesta de la presidencia alemana es "el último texto aceptable" por los 18 Estados miembros que sí que ratificaron la Constitución. Prodi advirtió a los países que quieren recortar algunas de las reformas institucionales acordadas en 2004 de que "no podemos volver atrás".

El tratado constitucional quedó bloqueado tras el resultado negativo en los referendos de Francia y Holanda de 2005. El primer ministro holandés, Jan-Peter Balkenende, dijo que está "muy contento" con el borrador presentado por la presidencia alemana, pero insistió en que aún no tiene "ninguna garantía" de que se atenderán las peticiones de su país.

En este sentido, recapituló que los holandeses quieren que se aumente el papel de los Parlamentos nacionales en el proceso legislativo de la UE y que los criterios para la ampliación de la Unión sean incluidos en el tratado.

La presidenta de Finlandia, Tarja Halonen, reconoció que la cumbre será dura al decir: "somos humanos, no podemos hacer milagros". También reconoció que "no sería una catástrofe" si no hay un acuerdo en esta cumbre, ya que todos los líderes reunidos "son políticos experimentados y saben que tarde o temprano tendremos éxito en unir a Europa".

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