(Libertad Digital) Massa ha dado un gran resoplido que se lleva las hojas y hojas de papel que se han escrito sobre su salida de Ferrari. Las dos decepcionantes carreras que había completado ya son parte del pasado después de esta victoria. No pudo acabar ni en Australia ni en Malasia, pero en Bahrein todo ha sido coser y cantar después de pasar a Robert Kubica, que había hecho la pole position.
El brasileño fraguó su triunfo en una gran salida que le permitió llegar a la primera curva por delante de Kubica. Raikkonen tardó poco en superar al polaco de manera brillante en una de las enlazadas. Los dos pilotos de Ferrari, en un intercambio de vueltas rápidas, comenzaron a poner tierra de por medio, sobre todo el brasileño, mientras el finlandés aguantaba a Kubica. Los bólidos rojos sellaron con autoridad el primer doblete de la temporada de la Scuderia.
Alonso hizo todo lo que pudo, pero se quedó donde empezó. Ganó dos puestos durante algunas vueltas, pero salió su perdedor del duelo con Glock y a punto estuvo en las últimas vueltas de acabar undécimo por el acoso de Rubens Barrichello. En contra se le pusieron también las cosas tras la embestida de Lewis Hamilton en el segundo giro y que le dejó tocado el alerón trasero. El coche no dio para más y, tras sumar cinco puntos en Australia y uno en Malasia, el español se ha quedado este domingo por primera vez, y en mucho tiempo, fuera de la zona de puntos.
McLaren se pierde en el desierto
La mala carrera de Lewis Hamilton no es un síntoma aislado del mal fin de semana de McLaren, siempre por detrás de Ferrari y BMW Sauber. El inglés, además, ha perdido el liderato del Mundial con su decimotercer puesto. También volvió a dar la nota cuando algo se salió de lo que tenía previsto. Se quedó frenado en la salida y, de una tacada, perdió siete puestos y los nervios, pues al tratar de recuperar uno embistió a Fernando Alonso y tuvo que parar en boxes para restañar las heridas en su bólido.