La locomotora legislativa del actual Gobierno no ha afectado a Internet. Cuando ya han pasado tres meses desde que Rodríguez Zapatero se convirtiera en inquilino de La Moncloa, todavía no se ha visto una propuesta para mejorar o, al menos cambiar, la triste normativa española en lo referente a Internet. Es cierto que Ros anunció un futuro cambio de la toda la legislación sobre la materia y que Ros dijo que se iba a endurecer la reglamentación sobre los dialers. Sin embargo, todo han sido anuncios, ni un solo hecho real.
Estando en la oposición, y por boca del senador Félix Lavilla, el PSOE justificó que no llevara la LSSI al Tribunal Constitucional diciendo que quitaría esta intervencionista ley en cuanto llegaran al poder. Pues bien, ya están en el Gobierno y no han movido un dedo en este sentido. No se debe dudar de las buenas intenciones de Lavilla, pero sí de las del actual Ejecutivo formado por su partido.
Desde el 14-M no se ha oído una referencia explicita de ningún miembro del PSOE a la LSSI. Nada parece indicar que la norma auspiciada por Anna Birulés vaya a desaparecer de la legislación española. Da la impresión de que las posibilidades de intervención que esta ley otorga a las autoridades (que, por suerte, hasta ahora no parecen haberse aplicado) han dejado de molestar al partido de ZP desde que este supo que iba a ser presidente de Gobierno. Han pasado sólo tres meses desde que este accediera a la jefatura del Ejecutivo, es cierto, pero en otras materias el ritmo de cambios legislativos ha sido el de una locomotora de AVE. Sin embargo, en cuanto a la Red, es el mismo que tienen las viejas máquinas de vapor puestas en el centro de algunas plazas a modo de ornamento: ninguno.
Tampoco debe sorprender. El programa electoral socialista no incluía ninguna referencia a la LSSI y tan sólo dos frases del discurso de investidura de ZP se referían a eso que llaman Sociedad de la Información. Como ya escribió Daniel Rodríguez Herrera, para el PSOE Internet ya no es importante.
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