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Juan Manuel Rodríguez

Queda inaugurado el nuevo siglo

Aún no se habían puesto de acuerdo el club y la casa discográfica sobre los derechos de autor de Joaquin Sabina, no había aterrizado todavía el último paracaidista sobre el césped del estadio Vicente Calderón, casi no habían terminado de coser la bandera del Guinness y el cocinero estaba alimentando aún el fuego de la paella gigante, cuando Jesús Gil decidió inaugurar el nuevo siglo con una de sus tradicionales broncas contra todo y contra todos. Nada nuevo bajo el sol, la misma cantinela desde 1988. Lo que sí me llamó la atención fue el momento elegido por el dueño del Atlético (porque eso es lo que es Gil, el dueño) para echarles la bronca a los jugadores y –ojo– también al entrenador. El pobre "ratón" Ayala no había cogido aún el vuelo de regreso hacia Argentina cuando tuvo que escuchar eso tan trágico de "alguno no merece ni vivir".

Jesús Gil es un atlético atípico. Los atléticos no paran de utilizar la palabra "sentimiento", (como si el resto de aficionados no lo fueran de sus respectivos clubes por una relación sentimental o el de los otros fuera un sentimiento pagado, un sentimiento de Regional Preferente) mientras que el presidente del Atlético –que no de todos los atléticos– no para de utilizar la palabra "empresa". Mis amigos atléticos llevan a gala su indiferencia ante la derrota, mientras que a Gil sólo le importa la victoria. Los atléticos son rebeldes por naturaleza y yo creo que Gil no tiene de rebelde ni el forro. Es una maldición más con la que deben aprender a sobrevivir los seguidores colchoneros, como aquella de que un defensa de nombre impronunciable le hiciera un gol a Reina cuando Luis ya estaba con la Copa de Europa en sus manos.

La nueva bronca tiene el componente novedoso del ametrallamiento dialéctico de la figura de Luis Aragonés. Yo creo que, si hicieran una encuesta entre todos los atléticos sobre qué persona representa mejor esos colores, saldrían elegidos Gárate, Adelardo o Luis. El dueño (porque eso es lo que es, el dueño) del Atlético piensa que, protegiendo a los jugadores, Aragonés le hace un flaco favor a "la empresa". El caso es que no podrá hacérselo mucho tiempo más porque Gil (Gil, no Toni Muñoz) ya tiene candidato para sustituir a Luis: Jabo Irureta, cuyo ciclo en el Deportivo de La Coruña ha concluido. El entrenador vasco dijo en "El Tirachinas" de la Cadena Cope que estaría encantado de entrenar al Atlético siempre y cuando Luis "saliera bien" del club. O sea: "paganini". Los acontecimientos superan la letra de Sabina. Y es que este equipo da para un "pack" de compact discs.


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