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Germán Yanke

Una institución nazi

La detención de ocho personas pertenecientes o directamente vinculadas a ETA que la Policía ha llevado a cabo este miércoles por orden del juez Garzón tiene, sin duda, una relevancia muy especial.

Todas ellas, al parecer, utilizaban Udalbiltza como la estructura de apoyo de las candidaturas municipales con las que ETA pretendía vulnerar la legalidad y zafarse de las exigencias de la disolución judicial de Batasuna como parte del entramado de ETA. Como las organizaciones nazis en Alemania, ETA ha tratado de disimular su organización criminal en distintas asociaciones y grupos, un sistema que, además, le facilitaba su acción delictiva y contraria a la democracia en distintos sectores. Tras la disolución de Batasuna, la Fiscalía aseguró que estaría atenta para evitar las trampas de los etarras de cara a su actividad y específicamente a las próximas elecciones municipales.

Si no era de extrañar que inventaran nuevas caretas –como las candidaturas de AuB–, es sorprendente, y significativo, que sea Udalbiltza la maquinaria con la que ahora maquinaban. Udalbiltza es una institución nazi, totalmente ajena a la democracia y a la representación de los ciudadanos, que se denomina a si misma, de modo oficial, como “primera institución nacional vasca”. Parte de los acuerdos de Estella como instrumento para construir, a ambos lados de la frontera, la nación totalitaria y excluyente de los nacionalistas vascos. Responde, evidentemente, a la doctrina de ETA, pero está avalada por el resto de partidos nacionalistas y, de vez en cuando, Arzalluz y sus colegas de EA señalan sus virtudes, aportan medios, inventan el DNI vasco y se gastan los cuartos en infraestructuras que sirven de apoyo a los militantes del nazismo vasco. La gravedad de que se esté utilizando para vulnerar la legalidad y apoyar a ETA y sus organizaciones satélites es, como se ve, extraordinaria. Si PNV y EA moderaron su entusiasmo ante un engrendro político de esa naturaleza, no era, se está comprobando, por recelar de su radicalismo antidemocrático. Lo pagan y lo dejan en manos de ETA-Batasuna. Eso debe ser el “diálogo”.


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