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Ignacio Villa

Por la puerta grande

La visita del presidente Aznar a Estados Unidos se puede considerar, con agenda en mano, la visita más cuidada en contenidos y entrevistas de todas las realizadas hasta el momento. Al presidente Aznar se le han abierto, de par en par, las puertas más importantes de los Estados Unidos. Es más, en esta ocasión no va a ser recibido como un visitante de compromiso, va a ser recibido como el presidente de un país europeo que cuenta en el panorama internacional. Confirmación de que las relaciones entre España y Estados Unidos atraviesan el mejor momento de su historia.

Esta visita de Aznar de tres días a Estados Unidos va a significar el refrendo a una apuesta realizada por el jefe del Ejecutivo español el 11 de septiembre con el atentado a las Torres Gemelas y que ha tenido su continuación con la reciente guerra de Irak. Aznar, que ha sufrido duras críticas internas de la oposición política, se marcó un objetivo para la política exterior de nuestro país y ahora con esta visita oficial comienza a recoger los frutos. España empieza a contar en el mundo, dejando atrás la marginalidad de la época socialista.

Con la agenda que el presidente del Gobierno va a desarrollar en Nueva York y Washington estos próximos días, se puede decir que se reconoce por parte de Estados Unidos la apuesta del propio Aznar en la guerra de Irak. Aznar, que ya ha estado tres veces en menos de un año en tierras norteamericanas, vuelve una vez más. Pero esta vez con todos los honores y con todo el reconocimiento político del presidente Bush.

De este viaje además hay que subrayar un asunto con importantes repercusiones internas. Es la petición formal del Gobierno español para que Batasuna sea incluida en la lista de organizaciones terroristas. Una petición que ya se realizó el pasado mes de marzo, pero ahora con la presencia de Aznar podría recibir el empujón final. En resumen, José María Aznar vuelve a Washington y lo hace por la puerta grande. España ha dejado de ser una comparsa internacional.

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