Menú
Alicia Delibes

Visita de Sartori

En la primavera del 2001 Giovanni Sartori estuvo en Madrid presentando su libro La sociedad multiétnica. Pluralismo, multiculturalismo y extranjeros. Este libro fue para muchos, y creo recordar que incluso para el propio Sartori, más que un libro un panfleto que debía servir para alertar de la llegada a Europa de esa especie de fiebre multicultural que invadía la vida académica de las universidades norteamericanas.

Entonces el fenómeno de la inmigración apenas se dejaba sentir en la vida social y política española y quizás por eso el libro, o panfleto, de Sartori pasó un tanto desapercibido.

Un año después de aquella presentación, Mikel Azurmendi fue requerido en el Senado para que diera cuenta de su gestión como presidente del Foro para la integración social del inmigrante. Azurmendi provocó un intenso debate en los medios de comunicación y escandalizó a muchos de los senadores allí presentes al decir que la multiculturalidad era como una gangrena para las sociedades democráticas.

A comienzos de este año 2003, Jon Juaristi, director del Instituto Cervantes, presentó en el Círculo de Bellas Artes de Madrid el libro Todos somos nosotros en el que Azurmendi expone sus ideas sobre la integración de los inmigrantes y sobre el multiculturalismo. Las tesis mantenidas por el autor, dijo Juaristi, son compartidas por los analistas más contestados en estos momentos, como podría ser el caso de Giovanni Sartori.

Pues bien, Giovanni Sartori ha estado de nuevo en Madrid para la presentación de un libro sobre la superpoblación y el desarrollo “insostenible”. Aprovechando esta visita, la Fundación FAES ha organizado un encuentro con el escritor italiano al que he tenido la suerte de poder asistir. Yo sólo conocía a Sartori a través de sus escritos y a pesar del recelo que me inspiraba esa etiqueta de “liberal de izquierdas” que tiene colocada debo reconocer que es un hombre de gran personalidad, buen sentido del humor, y una cabeza ágil e inteligente.

En la reunión estaba Mikel Azurmendi que, nada más empezar la “tertulia” le ha preguntado: “¿Cómo es posible que a mí la izquierda española me crucifique cuando hablo de multiculturalismo y sin embargo a usted, que dice exactamente lo que yo, no le pase nada?”

“Es que yo –ha respondido Sartori– tengo el pedigree de ser de izquierdas y cuando a uno le encasillan en la izquierda ya puede decir lo que quiera porque está protegido”.

La reunión había sido prevista, no para hablar de su nuevo libro, sino para tratar del tema de la integración de los inmigrantes. En este campo Sartori sigue manteniendo las mismas posturas que tan claramente expuso en La sociedad multiétnica: necesidad de controlar las fronteras, imposibilidad de integración de las culturas que no contemplan la separación Iglesia-Estado, necesidad de trabajar en las escuelas para integrar a los hijos de los inmigrantes, etc.

Ha calificado de disparate la reivindicación que la oposición española hace de los derechos de asociación, manifestación y huelga para los inmigrantes ilegales y de ingenua la confianza en un Islam más abierto.

Como era de suponer se ha hablado de la guerra de Irak. No era la primera vez que este “liberal de izquierdas” declaraba que “detestaba esta guerra” porque agravaría el problema con el fundamentalismo islámico.

Sin embargo, a pesar de ello y de declarase totalmente en contra de la Administración Bush (algo que quizás explique el porqué de ese pedigree izquierdista que mantiene) ha reconocido que la guerra ha ido bien, que quizás el temor que él tenia de que se exacerbara el odio hacia Estados Unidos fuera infundado y que habrá que esperar a ver cómo se organiza ahora la paz para emitir un juicio sobre el asunto.

En cuanto a Bush, realmente lo único que Giovanni Sartori ha dicho tener en su contra es lo pésimamente mal que se ha explicado. Porque, ha dicho Sartori, las armas químicas son muy peligrosas y no se trata de buscarlas sino de destruir los lugares en los que se fabrican, algo a lo que se puede aspirar con las sofisticadas e inteligentes armas norteamericanas.


En Sociedad

    0
    comentarios