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EDITORIAL

Espacios gratuitos para ETA

La Fiscalía de la Audiencia Nacional, a instancias del Fiscal General del Estado Jesús Cardenal, se ocupará de investigar las circunstancias en que ETB decidió emitir el pasado jueves la entrevista que realizaron los servicios informativos de la cadena pública vasca a tres portavoces de ETA. Es algo que hasta hace muy poco, cuando se modificó el Código Penal para incluir el delito de enaltecimiento del terrorismo, no hubiera sido posible de no haber existido apología expresa del terrorismo por parte del medio de comunicación; pues aun a pesar de que ya existía previamente el delito de colaboración con banda terrorista, los periodistas que se prestan a servir de altavoces a la banda terrorista –como en su momento hizo Marcelo Otamendi con la entrevista a ETA publicada en Egunkaria, donde se “señaló” como “objetivo” de ETA a UPN– podían alegar el derecho de información recogido en el Art. 20 de la Constitución. Aunque hay que señalar que, en estos casos, la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos establece claramente que el informador debe dejar constancia de que sus ideas o la línea editorial del medio al que representa no coinciden en absoluto con las de los entrevistados.

ETB, evidentemente, no ha guardado la distancia ideológica que exigen el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y la más elemental ética informativa al emitir, no una mera información sobre las intenciones de la banda, sino algo que, en plena campaña electoral –los etarras pidieron en su alocución el voto nulo para AuB, algo que, por cierto, confirma una vez más la identidad entre Batasuna y ETA–, se identifica claramente con un espacio electoral gratuito de los que las radios y televisiones públicas ceden a los partidos políticos que concurren a los comicios. A la gravedad de este hecho en sí, se añade la circunstancia de que ETB no ha revelado aún en qué circunstancias y bajo qué condiciones contactó con los terroristas, ni si los responsables de la cadena pública vasca informaron a las Fuerzas de Seguridad del Estado de que iba a tener lugar esa “rueda de prensa”. Y también la trayectoria de censura hacia cualquier manifestación política de las instituciones del Estado: ETB no ha emitido los mensajes navideños de Su Majestad el Rey desde 2000 y ha prohibido la emisión –por considerarla “propaganda política”– de una campaña institucional de la Diputación Alavesa en defensa de la Constitución y el Estatuto.

La alocución de los etarras, quienes pidieron el voto nulo para AuB, afirmaron que “no existe ningún alto el fuego táctico” y se quejaron de que el plan de Ibarretxe es “excluyente y no favorece el diálogo”, sugiere diversas interpretaciones; sobre todo si se tiene en cuenta que hace apenas unos pocos días los terroristas hicieron público otro comunicado mucho más favorable a los objetivos del PNV. Cabe pensar que la debilidad de la banda, a causa de la eficacia policial y el acoso judicial, puede haber obligado a ETA a recurrir al comunicado en lugar de “expresarse” por sus cauces habituales, es decir, a través de las pistolas y los coches-bomba. También es plausible la interpretación de que existe una profunda división en la banda terrorista, entre quienes apoyan el proceso separatista gradual de Ibarretxe y los que prefieren la línea dura y maximalista (o Euskalherría, o nada). Esta tesis vendría apoyada por el reciente abandono de la banda, “por cansancio”, de dos etarras y por el anterior comunicado de los pistoleros hace sólo unos días, donde se elogiaba el plan de Ibarretxe. Otra interpretación posible sería la necesidad de los terroristas de fortalecer su posición negociadora de cara al referéndum que pretende convocar Ibarretxe, sin hacer concesiones antes de comprobar la fuerza real del PNV-EA el 25 de mayo. Los nacionalistas “moderados” necesitan los votos de la antigua Batasuna en la Cámara Vasca para iniciar el proceso desde una apariencia de legalidad, y ETA pretendería venderlos lo más caro posible.

Sin embargo, vista la trayectoria de contactos, sobre todo desde Estella, entre el PNV y ETA, y el juego de intrigas y ambigüedades habitual en los nacionalistas “moderados”, no puede descartarse completamente otra posibilidad mucho más maquiavélica. Este segundo comunicado de ETA en pocos días, que rectifica casi punto por punto el primero, podría ser un montaje elaborado de común acuerdo entre el PNV y la dirección de ETA con el objeto de desmentir los fundados rumores de un pacto entre el nacionalismo "moderado" y el "radical" (recuérdese el “plante conjunto al Estado Español” ofrecido por Egibar a Otegi) para celebrar el referéndum separatista en el seno de una “tregua”. Pues, habida cuenta de que en el consejo de ETB son mayoría los nacionalistas, de que su director general, Andoni Ortúzar, es un destacado miembro del PNV –fue secretario general de Acción Exterior del Gobierno Vasco antes de ocupar la dirección de la cadena pública vasca–, y dada previsible repercusión política de la emisión del vídeo, el Gobierno Vasco no puede haber sido ajeno ni a la entrevista y a los contenidos. Es más, lo lógico es que Ibarretxe conociera de antemano los términos de los etarras, y no parece muy sensato que se arriesgue a prestar su altavoz a ETA para que la banda, en hora de máxima audiencia, le descalifique a voluntad, pida el voto para AuB y lo desaconseje para el PNV-EA... a no ser que, en última instancia, el pacto siga en vigor, aunque en secreto.


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