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Guillermo Rodríguez

La encrucijada final de Terra

Una de las premisas básicas del periodismo es que el rumor nunca es noticia. Pero, como bien sostienen muchos, sí es en ocasiones su antesala. La Oferta Pública de Adquisición de acciones (OPA) lanzada por Telefónica sobre la totalidad de los títulos de Terra Networks, su filial en Internet, constata que el segundo aserto no es erróneo. En junio de 2002 se propagaba el rumor: la compañía presidida por César Alierta tenía previsto lanzar una OPA sobre Terra con la intención de retirarla del mercado. A los pocos días tuvo que salir el propio Alierta a la palestra para negar los rumores. Terra seguiría caminando sola, subrayó.

Casi un año después, el rumor se hace realidad. El caramelo que ofrece la operadora española consiste en pagar 5,25 euros por acción. Precio alcanzado por Terra a los pocos minutos de que concluyera la suspensión decretada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores para que pudiera cotizar en Bolsa.

Telefónica, propietaria del 36,5 por ciento de Terra, tiene la posibilidad de incrementar el valor de su oferta, aspecto que la mayoría de los analistas descarta. La operadora pone una serie de condiciones para que la compra se produzca. La más importante consiste en recibir la aprobación de, al menos, el 75 por ciento del capital de la compañía presidida por Joaquim Agut.

Es cierto que, a primera vista, el precio puede ser considerado bajo por los accionistas de Terra. Pero habría que tener en cuenta que repetir los 157,65 euros alcanzados en 1999 es una entelequia. Y no estaría de más que tiraran de hemeroteca para recordar que los títulos de esta puntocom sólo han subido cuando se han producido rumores de compra o fusión. Es decir, hubiera sido muy poco probable que, en condiciones normales, la cotización durante los próximos meses alcanzara los 5,25 euros que ahora les proponen. La prima del 15 por ciento respecto a la cotización del valor de los últimos seis meses que propone Telefónica es, simplemente, más de lo que vale la división de Internet a día de hoy.

Es probable que existan muchos pequeños inversores a los que la oferta les parezca un caramelo envenenado. Lo puede ser en función del cristal con el que se mire. Si se tiene en cuenta que Terra salió a Bolsa con un precio de 11,81 euros, puede pensarse en el engaño. Pero habría que tener en cuenta que el valor de las compañías de Internet en España ha sufrido una severa caída de la que aún no se han recuperado. Terra salió a Bolsa el 17 de noviembre de 1999. Desde entonces, sólo para tomar una referencia, el selectivo Ibex 35 ha caído un 40 por ciento. Tampoco está de más recordar que la compañía de Joaquim Agut lleva seis trimestres consecutivos sin mejorar en el capítulo de ingresos.

El desagrado entre los accionistas es compartido, según algunas fuentes, por los altos ejecutivos de la compañía de Internet, quienes consideran "totalmente ridículo" el precio ofrecido. Sin embargo, desde Telefónica prefieren definirlo de "justo" e incluso "generoso”". La operadora, incluso, va más allá en el comunicado enviado a la CNMV. A su juicio, si se excluye el valor de caja de Terra Lycos (1.731 millones de euros, o 3,09 euros por acción), "la oferta supone pagar una prima del 51% sobre el valor de mercado". Lo que le permite concluir que el precio es "significativamente superior al potencial de Terra como compañía independiente".

A corto plazo Terra tendrá que decidir si acepta la OPA o la rechaza. En caso afirmativo, deberá aprovechar la situación creada con el fin de, como explica Telefónica, "capturar los beneficios que se deriven de la reestructuración de activos y su integración con las operaciones de telefonía fija del grupo".

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