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Este martes veía a Enrique Cerezo –"presidente puente", "puente de plata de los Gil" o vaya usted a saber bien qué cosa del Atlético de Madrid– realizando lo que, a mí al menos, me parecieron unas dramáticas declaraciones. Decía sobre el actual entrenador lo siguiente: "No sé si Luis se queda, se marcha o qué". ¡O qué!... Me vino a la cabeza una imagen, la del director general de la NASA en Cabo Cañaveral, diciendo instantes antes del lanzamiento del nuevo cohete: "No sé si mis astronautas se quedan en la tierra, se marchan a la Luna o qué", pudiendo ser perfectamente ese "o qué" Marte, Venus o quizás Neptuno. Es justo en esa situación de indefensión e incertidumbre en la que se mueve de nuevo el Atlético de Madrid, sin un proyecto claro, sin rumbo fijo y con demasiados "o qué" sueltos por ahí justo en el año (¡y vaya añito!) de su centenario.

Cerezo lleva sólo una semana en el puesto y ya ha tenido tiempo suficiente para liarse la manta a la cabeza con Luis. ¿Y Luis?... Luis, como ya dije hace algunos días, dimite pero no se va, deja el fútbol pero no lo deja. En fin, Luis... "o qué". Es posible que en el preciso instante en que esto escribo, Pepe Navarro le esté comunicando a su representado la nueva oferta del club. El caso es que, de aceptar Luis este nuevo ofrecimiento, el proyecto de la próxima temporada volverá a nacer torcido. A Luis alguien le estaría haciendo de nuevo la plantilla (ahí está el caso de Mussampa o la delicada situación de Esteban) y el de Hortaleza ya insistió en que no volvería a pasar por ahí. Luis les dijo a sus jugadores que no seguiría el año que viene y en concreto le aseguró al portugués Dani que él no tenía nada que ver con su posible baja. ¿Entonces qué? O, parafraseando al propio Cerezo, entonces "¿o qué?"...

Además de todo lo anteriormente expuesto Luis ya no parece contar con el respaldo de la afición. Es cierto que, con él ocupando el banquillo, el equipo subió a Primera División; pero no lo es menos que esta temporada, en un año tan importante para todos los atléticos, ha supuesto un soberano fiasco. El "o qué" de Cerezo bien podrían ser trescientos millones de pesetas a los que ahora no estaría dispuesto a renunciar el entrenador. Y por ese dinero –poco significativo en el presupuesto global del club– el Atlético de Madrid no sabe a estas alturas si la próxima temporada su destino será finalmente la Luna o le mandarán directamente hacia el "planeta rojo". Al final, lo mejor para todos será "o qué". Pues que bien.


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