La Cumbre entre Estados Unidos y la Unión Europea que el martes se celebró en Washington ha servido para visualizar la superación de las profundas heridas que la guerra en Irak provocó a ambos lados del Atlántico, aunque en realidad esas heridas se produjeron más en las relaciones bilaterales entre los norteamericanos y algunos países europeos, en especial Francia pero también Alemania o Bélgica, que en el conjunto de las relaciones trasatlánticas.
El conflicto iraquí puso a su vez de manifiesto la ausencia de una concepción estratégica común en la Unión Europea. El cisma de Irak fue en este sentido más una división europea que una quiebra trasatlántica. Para rellenar este vacio, el Consejo Europeo encargó al Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad, el español Javier Solana, que desarrollase un concepto estratégico europeo cuyo primer borrador fue debatido en la última cumbre de la UE.
Esta recién nacida doctrina Europea reconoce sin ambages que EEUU es hoy la potencia dominante en el mundo y que la relación trasatlántica es insustituible. Aún más lejos, la declaración final del último Consejo Europeo asegura que “la caída del gobierno de Sadam Hussein ha allanado el camino para que el pueblo iraquí disfrute de un futuro pacífico, seguro y prospero”, para añadir que “el Consejo Europeo acoge con satisfacción la Resolución 1423 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas”, una Resolución que bendice la ocupación angloamericana de Irak.
Respecto a Irán, el Consejo Europeo “hace un llamamiento para que colabore sin reservas con la OIAE ...” y para que de una manera urgente e incondicional, firme, ratifique y desarrolle el Protocolo adicional de su Acuerdo para la aplicación de salvaguardias.
La Unión Europea se alinea con todo ello a las tesis de quienes defendíamos la necesidad de fortalecer el vínculo trasatlántico y se posiciona junto a Estados Unidos no sólo en la vieja crisis de Irak, sino también en la actual con Irán. La reconciliación de Estados Unidos con Europa no es por tanto más que la claudicación de Francia en su intención de usar Europa como un contrapeso de contención del poder estadounidense en coalición con otras grandes potencias como Rusia o China.
GEES: Grupo de Estudios Estratégicos.
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