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Germán Yanke

La otra sucesión

No es el Partido Popular el único que se enfrenta a una sucesión próxima. A un lado lo que ocurra en el PSOE, que cada día muestra más claramente su crisis, enero de 2004 es la fecha prevista para la sucesión de Xavier Arzalluz al frente del PNV. Este domingo, el nuevo diputado general de Guipúzcoa del PNV, González Txabarri, decía en una entrevista, escuetamente, que esa es la previsión estatutaria. Pero el laconismo esconde el intento de un sector del PNV, en el que se encuentra “la vieja guardia”, de que Arzalluz repita un nuevo periodo. Y la sensación ha sido tal en el partido nacionalista que algunos de los que preparaban ya el relevo, han comenzado a decir que, aunque no son partidarios de que el actual líder repita, quizá no presenten otro candidato.

La historia no es nueva. Ya en ocasiones anteriores estaba previsto el relevo de Arzalluz y quedó en nada. En la rumorología nacionalista se cuenta, incluso, que se falsificó su firma para presentarse a la reelección ya que él quería pero no lo decía y todos sabían que no había otra opción. Que no había otra opción: el PNV es un cúmulo de intereses variados y contrapuestos en lo concreto, organizados en torno al poder y a las redes de influencia y un proceso electoral interno y abierto podía (y, como se ve, puede) destapar la caja de los truenos.

Una política común ha venido siendo el escenario del reparto de poder e influencia entre las diversas familias. Ahora, además, el Plan Ibarretxe suscita recelos (callados y acobardados, pendientes del Presupuesto más que de los principios) y el relevo podía terminar siendo aún más problemático.

Arzalluz calla pero, como en otros momentos, permite que sus partidarios gestionen su reelección, busquen apoyos en sectores más o menos dejados de lado por la política actual del PNV. Su liderazgo ha quedado reducido a algo que a muchos interesa: administrar las fincas en que se ha dividido la finca. Ibarretxe acelera porque lo sabe: el debate interno es saber, en este proceso antidemocrático, qué hay de lo suyo, de lo de cada uno.

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