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A Jorge Valdano le han dejado ya en el Real Madrid exclusivamente para vendernos la moto a los periodistas. No vayan a pensar que estamos hablando de cualquier moto, sino de motos de gran cilindrada. Motos G.P., para que no haya confusiones. En la marca no pone problemas el director general deportivo. Lo mismo nos vende una Kawasaki que una Yamaha o una Harley Davidson, pero no se conforma con una moto de 125 centímetros cúbicos, ni tampoco con una de 250. "Ya que Valdano tiene que venderles la moto a los periodistas", habrá pensado Florentino Pérez, "que les venda la de Rossi, una moto en condiciones, una moto galáctica". Valdano me recuerda cada día más a Johnny Blaze, el "motorista fantasma" de la Marvel que, de la mano de George Tuska y Vince Colletta, hizo las delicias de los aficionados del cómic a principios de los años 70.

¿Por qué digo todo esto? Muy fácil. Cuando todo el mundo sabe que en la gira del Real Madrid está patrocinado hasta el tifón "Imbudo" que, según los expertos, se dirige hacia Yunnan, cuartel general de los merengues, sale Valdano y afirma que la gira por Asia no tiene motivos económicos. Incluso la empresa que ha organizado la pretemporada, "Asia Sports Development Ltd.", y que tiene encomendada la misión de vender la marca Real Madrid en aquel continente, emitió hace bien poco un comunicado en el que podía leerse lo siguiente: "la visita del equipo madrileño tiene carácter comercial y todo funciona conforme a las reglas del mundo de los negocios". ¿Es que para Valdano no es suficiente con eso? Pues no, él tiene que hablarnos de los lazos fraternales y de los puentes entre diferentes culturas. La Kawasaki, vamos. Y de 500 centímetros cúbicos.

Es probable, aunque harto dudoso, que el único que hable de "aspectos técnicos" en el Real Madrid sea Jorge Valdano. Lo que resulta imposible de creer es que en el club sean tenidas en cuenta sus opiniones al respecto de temas económicos. Y además no entiendo que Valdano se ruborice. ¿Que quieren ver a Beckham en China? Eso tiene un precio. ¿Que quieren hacerse una foto con Zidane o Raúl, o pedirle un autógrafo a Figo? Eso tiene otro precio. Para establecer lazos fraternales uno llama a la embajada de China en Madrid, pide que le pongan con el agregado cultural y luego se marcha a Suiza tan ricamente como todos los años. Pero... ¿catorce horas de avión para quedar bien con los chinos? Como sigan así las cosas, este Valdano va a terminar haciendo "caballitos" en Donington Park. Con una G.P., faltaría más.


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