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Juan Manuel Rodríguez

Diez Españas de chinos madridistas

Mil millones de chinos siguieron el otro día por la televisión el partido que enfrentó al Real Madrid con el equipo de los dragones. Dicen los expertos que cerca de cuatrocientos millones de aficionados tienen como primer equipo al club que preside Florentino Pérez. O lo que es lo mismo, diez Españas de chinos con sus camisetitas blancas falsas de Siemens mobile, agitando con frenesí las banderas y gritando "¡hala Madrid!" en el idioma de los Ming sin saber exactamente qué puñetas es la Cibeles ni quienes fueron exactamente la "saeta rubia" o el "mangas". ¿Ustedes lo entienden? Yo creo que la situación bien se merece un análisis serio y sosegado. El frenesí ha llegado hasta tal punto que no sólo se han subastado los pijamas y peines de los jugadores sino que han llegado a pedirles autógrafos a Marta Santisteban, la eficiente jefa de prensa del club, o a Julio Cendal, máximo responsable de la seguridad del equipo. Así no es de extrañar que al bueno de Carlos Queiroz se le hayan encadenado, una detrás de otra, varias migrañas que le tuvieron en jaque durante algunos días.

El otro día leí una tira cómica en El Mundo. La escena transcurría en el domicilio de una familia china, y el padre abroncaba a su hijo: "¡Eres un rebelde, un antisistema! ¿A quién se le ocurre comprarse una camiseta de Michel Salgado?". ¿Es que quizás alguien podría estar utilizando el fútbol –y más concretamente al Real Madrid– como sedante del pueblo? ¿Estaremos distrayendo la atención los medios de comunicación de lo que es realmente esencial? Aunque por otro lado en Japón, que tiene una situación política muy distinta, se han vuelto a repetir las mismas escenas histéricas. ¿Serán acaso los futbolistas de este Real Madrid galáctico los nuevos Beatles del siglo XXI?

Es un hecho que, con los datos en la mano, hay muchísimos más madridistas en China que en Madrid. En realidad hay bastantes más madridistas en China que en Europa entera. Los socios merengues tienen suerte de que el club no sea aún una sociedad anónima deportiva, y me explico. El otro día le comenté en "El Tirachinas" de la Cadena Cope a mi compañero Luis Villarejo, redactor jefe de la Agencia Efe, que observando las sonoras muestras de fidelidad oriental hacia el color blanco, lo mismo a Florentino Pérez se le ocurría algún día trasladar la franquicia a Pekín. ¿Imaginan cuantas camisetas pueden comprar diez Españas de chinos madridistas?... Écheme usted las cuentas, señor Sánchez (don José Ángel).


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