La anécdota viene desde dentro. El afamado periodista deportivo reunió a toda la redacción, nada más conocer su nombramiento como nuevo jefe de deportes de aquel importante periódico, para informarles sobre su filosofía de trabajo: "Desde hoy vamos a convertirnos en una sección polideportiva... Abriremos con golf, gimnasia, motociclismo o tenis... ¡siempre y cuando Emilio Butragueño no se levante con dolores en la uña del dedo meñique de su pie izquierdo!" Real como la vida misma. Y en esas estamos. Sólo una gesta épica como la protagonizada en Hungría por Fernando Alonso puede apartarnos, aunque sea por unos momentos, de las uñas (garras si son muy largas) de Beckham, Ronaldinho, Torres y compañía.
Nuestro piloto ha batido récords desbancando, en las diferentes modalidades de "jovencísimos" de la historia de la Fórmula Uno, a los Mc Laren, De Angelis, Barrichello y, desde luego, a los mucho más populares Schumacher, Fittipaldi, Lauda, Stewart, Piquet, Fangio e incluso Senna con quien ya han empezado a compararle rápidamente. Quien sabe si, precisamente conocedor de la "sequía informativa" con la que los periodistas deportivos solemos flagelar no sólo a su deporte sino a todos los que no huelan a fueras de juego o penalties, Alonso tuvo la osadía de doblar al Ferrari del pentacampeón alemán para, posteriormente, realizar idéntica maniobra con su compañero de equipo Jarno Trulli. Ni siquiera la uña del delantero madridista Raúl González Blanco podía ya dejarle sin sus merecidas portadas.
Me gustaría compartir la opinión de alguno de mis compañeros quienes, arrastrados aún por la emoción sin par de esa mítica vuelta 61, hablan de riadas de niños yendo a apuntarse a las carreras de Karting. Sólo creo, y no es poco, que Alonso se va a convertir en uno de los deportistas más importantes de nuestro país y que girará momentáneamente la atención mediática hacia sus éxitos, como ya ocurrió antes con Ballesteros, Induráin o Sainz. Está claro que hay un "antes" y un "después" del piloto de Renault y que el asturiano luchará -probablemente junto a Raikkonen o Montoya- por Mundiales venideros. Lo que ya me cuesta más creer es que los coches (léase atletismo, baloncesto, gimnasia o alpinismo) desbanquen en popularidad al fútbol. Y quien esto suscribe es un amante fiel del tenis y del boxeo. Disfrutemos con Fernando porque el 24 de agosto de 2003 fue un día histórico para el deporte español. Y eso ya no existen uñas en el mundo que puedan quitárnoslo.
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