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Espías, gobiernos, oposiciones y guerras

Que los espías españoles nos perdonen, pero la idea de que ellos tengan algo que decir de auténtica cosecha propia sobre lo que pasaba o dejaba de pasar en el Irak de Sadam y precisamente sobre las conexiones del sátrapa del Tigris con el león del islamismo (Osama significa león) o las armas de destrucción masiva, es un tan desmesurado como interesado favor que el PSOE les hace, pero es risible. Igualmente risible es el desesperado esfuerzo del partido de la oposición por emular contra Aznar las 16 palabras de Bush sobre el uranio de Níger o los 45 minutos de Blair para el disparo de las municiones químicas (seguro que era menos).

Bien está ponerse en línea con los países más avanzados, pero no haciendo el ridículo. Porque ridículo es decir que un político ha exagerado. Faltaría más. En el Gobierno y en la oposición. Los de derechas y los de izquierdas. Para eso tienen que hacer propaganda. Y sí, absolutamente todos presentan sus ideas y propuestas resaltando sólo lo positivo. Algo hay que dejarle a la oposición, que con la mesura que le es inherente, ya se encargará de decir que esas ideas y propuestas representan la desolación y el rechinar de dientes.

Cuando Aznar habla ante las Cortes de los peligros que representa Sadam lo hace sin duda con la convicción que le han transmitido sus amigos Blair y Bush. Cualquier líder nacional suele valorar más lo que cree haber averiguado en sus contactos personales con los líderes de otras naciones que lo que les dicen sus funcionarios secretos. Son así. Y sin duda la convicción es profunda en los tres. Tanto que no les preocupa que los chicos de la CIA no hayan pillado a Sadam con las manos en sus jugetes de destrucción masiva. No importa porque los van a encontrar en cuanto entren los soldados. Y el que manifiesta su convicción no miente.

Lo cierto es que esa convicción la compartía el entero mundo de los enterados, de los que sabían algo de Sadam y otro poco de armas de destrucción masiva. ¿Por qué las oposiciones, de derechas en Inglaterra, de izquierdas en España, se quedaron entonces calladas? ¿Porque los angelitos fueron engañados por esos discursos y esos informes que ahora quieren incriminar?

Cuando Aznar pronuncia su discurso el 6 de Febrero, Blix, el jefe de inspectores de la ONU, ya ha presentado su primer informe. Es un informe de técnico y de funcionario que no quiere que a él le carguen una guerra. Da una de cal y otra de arena. Lo que tiene de cal era de sobra abrasivo como para que el Consejo de Seguridad hubiese calcinado a Sadam al instante, si Francia no tuviera otros designios, ajenos a las armas, a Sadam y a la madre que lo engendró. Lo que tiene de arena es suficiente para que la oposición hubiera hecho entonces las mismas acusaciones que hace ahora. Pero para qué, si también está convencida de que las armas van a aparecer.

GEES: Grupo de Estudios Estratégicos.


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