No se trata, como he oído decir por ahí a algún colega, de excomulgar a aquellos que cuestionaron la titularidad de Raúl con la selección española. No, esa no es la cuestión de fondo. ¿Qué queremos para nuestra selección?, esa es la auténtica cuestión. Y la experiencia nos dice que los buenos equipos de fútbol se ahorman invariablemente alrededor de uno o dos jugadores que deben reunir dos ingredientes fundamentales: unas características técnicas por encima de la media y el carácter de un campeón. Butragueño era un superclase pero nunca tuvo la personalidad de aquellos que se echan encima al equipo en los momentos decisivos. A Camacho le sobraba carácter por todos sitios pero él mismo era consciente de que no podía marcar las diferencias. ¡Y para uno que tenemos lo vamos a cuestionar! Flaco favor para la selección de fútbol.
Imaginemos que Raúl no hubiera marcado los dos goles de España en el decisivo partido ante Ucrania... ¿qué habríamos oído y leído? Quizás lo mismo que hemos tenido que oír y leer después de que Fernando Torres (19 años) agarrase con decisión el balón para tirar un penalti con 0-0 en el marcador...y lo fallase. "Está blandito"... "Es muy tierno"... "Le falta experiencia"... ¿Cómo no le va a faltar experiencia si acaba de debutar con España? Podremos debatir sobre eso y también sobre el sexo de los ángeles, pero no tengo ninguna duda de que Raúl y Torres van a ser futbolistas insustituibles en la selección española durante mucho tiempo. ¿Significa eso que tienen que quedarse al margen del debate futbolístico? No. Eso quiere decir que no podemos tirarnos doce meses preguntándole a Iñaki Sáez cuándo va a debutar Torres para luego criticar al chaval porque falla un penalti. ¿Es que no lo hubieran criticado si lo hubiera metido?...
Sería quizás más cuestionable que a Raúl siguieran alineándole en el hipotético caso de que estuviera hecho una auténtica piltrafa. Ya dije que conmigo Raúl jugaría incluso cojo, pero yo no soy seleccionador nacional. No obstante... ¿está de verdad tan mal Raúl? Ahora está de moda defender a Valerón, un superclase técnicamente hablando pero sin el carácter necesario para liderar a España. Ahora es Valerón y antes debatimos con tesón sobre Iván de la Peña, Fran, Julen Guerrero y hasta Juan Carlos Arteche, pero futbolistas como Raúl no hemos tenido desde que nos apropiamos para la causa de Alfredo di Stéfano. Por cierto: ¿los ángeles son niños o niñas? Debatamos sobre ello.
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