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Juan Manuel Rodríguez

La clave está en Nicolás Escudé

John Fitzgerald sigue jugando al gato y al ratón como si no supiéramos hace tiempo que Australia nos llevará a jugar la final sobre la hierba del Rod Laver Arena. Y eso que el escenario no les trae buenos recuerdos. Los "aussies" perdieron allí la final de 2001 contra Francia y, con empate a dos en el marcador, Fitzgerald tomó una decisión sorprendente sustituyendo a Patrick Rafter por Wayne Arthurs, consumado doblista que forma pareja con Hanley en el circuito profesional. La clave de aquel 2-3 estuvo, no obstante, en Nicolás Escudé. Si ahora accedemos a la página web oficial de la ATP no seremos capaces de encontrar a Escudé entre los cincuenta mejores tenistas del circuito, pero en aquel diciembre de 2001 fue capaz de ganar él solito a Hewitt y al citado Arthurs en el punto definitivo.

Supongo que el equipo español trabajará hasta la extenuación con los vídeos de aquella final. Francia tenía en aquel equipo a Grosjean (10º del ránking ATP), Clement (40º), Santoro (50º), Pioline y Escudé, y Australia a Hewitt, Rafter, Arthurs y Woodbridge. O sea que Fitzgerald suplirá en 2003 a Rafter por Philippoussis con lo que Australia pierde potencial. ¿Cómo ganó Francia al equipo australiano?... Esa es la pregunta que tienen que hacerse Jordi Arrese y los suyos. ¿Cómo? La clave estuvo en el "desaparecido" Nicolás Escudé, por mucho que la federación australiana le echara la culpa a la hierba a base de placas que instalaron en la pista. ¡Que busquen a Nicolás!

Otra ecuación que deberemos solucionar es la del dobles. Y ahí tenemos un problema de envergadura, porque Todd Woodbridge y Wayne Arthurs forman una pareja temible. El primero juega con Bjorkman y el segundo lo hace con Hanley, y son terceros y quintos del ránking mundial respectivamente. El punto del dobles es esencial en la Copa Davis, puesto que si no eres capaz de ganar los dos primeros individuales del viernes, (y colocar un 0-2 parece muy complicado), quien vence en el dobles llega con una enorme ventaja psicológica a los partidos del domingo.

Yo creo que tendríamos que centrarnos en los encuentros individuales. ¿Cómo ganar a Hewitt? Philippoussis es más "fácil", todo depende del día que tenga con su servicio. De todas formas, nuestros Santana, Orantes, Gisbert o Arilla cambiarían con los ojos cerrados a estos australianos por aquellos que nos dieron "cera" en 1965 y 1967. John Newcombe, Roy Emerson, Fred Stolle... ¡Aquello sí que era una misión imposible!


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